Época: Hiroshima L2
Inicio: Año 1945
Fin: Año 1945

Antecedente:
La resistencia al Eje en Asia, Oceania y África

(C) Virginia Tovar Martín



Comentario

A comienzos de 1942 los japoneses conquistan Filipinas, semicolonia estadounidense. Sobre la marcha, los invasores tratan de atraerse a los filipinos: altos funcionarios, burgueses y propietarios colaborarán con ellos, bajo promesa de independencia. Los japoneses crean el Kalibapi -Kapisanan sa Paglilingkod sa Bagong, Asociación para el Servicio del Nuevo País (filipino)-, basado en la ideología del panasiatismo. En octubre de 1943 proclaman la República independiente, con José Laurel como presidente, y se prevé la colaboración militar y política nipofilipina, -a la que se adhieren viejos luchadores contra los españoles, como E. Aguinaldo.
La población, sin embargo, se mostró reacia al proyecto y totalmente hostil al ocupante, que sólo sabrá imponerse por el terror y el hambre. Por estas fechas subsisten algunos focos guerrilleros creados por oficiales norteamericanos tras la derrota y retirada de MacArthur, y han surgido otras de mayor entidad que pronto controlarán zonas liberadas. La más importante de todas ellas será la formada por el Hukbalahap (31), frente formado por socialistas y comunistas, con predominio de estos últimos, fundado en Luzón en marzo de 1942 por V. Lava, socialista, y L. Taruc, comunista. Los huks, como son llamados, desean expulsar también al colonialismo estadounidense e instaurar un régimen socialista. En un primer momento apenas serán 4.000 armados, pero acabarán siendo unos 30.000. Llevan a cabo atentados y sabotajes; impiden que los japoneses se apoderen de las cosechas del centro de Luzón; apoyan a los prisioneros o pilotos norteamericanos evadidos; distribuyen tierras entre los campesinos, y realizan una amplia labor de propaganda antijaponesa y de adoctrinamiento ideológico. Serán muy populares.

El gobierno en el exilio del presidente Quezón, desde Washington, lanza llamamientos por radio; los Estados Unidos lo asociarán al Consejo Supremo de la Guerra en el Pacífico, y le prometen la independencia para su país en 1946.

Finalmente, en octubre de 1944 los estadounidenses inician los desembarcos en el archipiélago, mientras que las guerrillas colaboran activamente con ellos. En enero de 1945 los últimos japoneses son cercados por norteamericanos y filipinos. Mientras las tropas de MacArthur se acercan a Manila, los ocupantes se lanzan a feroces represalias y destrucciones. Sólo en febrero es liberada la capital, y en septiembre se rinden los últimos japoneses. MacArthur, que temía a los guerrilleros, en particular a los huks, decide desarmarlos: se producen choques y unos 10.000 se refugiarán en los montes. Formarán el núcleo de las guerrillas de la posguerra.

Con respecto a Singapur y Malasia, el 15 de febrero de 1942 los japoneses ocupan la primera y, por los mismos días, el resto de Malasia y el Borneo británicos. Los japoneses tratarán de utilizar a los malayos contra la minoría china, mal vista porque acapara el comercio y es extranjera, pero muy activa y organizada, dotada de verdaderos partidos políticos -una rama del Guo-min-dang y el partido comunista malayo; la colaboración entre ambos se remonta a 1937. Los comunistas crean una escuela de guerrilla y ya en marzo los primeros grupos luchan contra el invasor. También surgirán grupos armados dirigidos por británicos y por malayos, de importancia mucho menor. Así, pues, son dos organizaciones chinas las que van a llevar el peso de la resistencia a los japoneses, el Ejército Antijaponés del Pueblo -MPAJA-, que tiene más de 3.000 hombres en 1944, y 7.000 en 1945, y la Unión Antijaponesa del Pueblo -MPAJU-, cuya misión es la de aportar suministros a la guerrilla.

En 1945, ésta ha liberado extensas zonas, y en su programa se incluye la liberación de los japoneses y de los británicos. Con todo, estos últimos les proporcionarán armas desde 1943. Cuando liberan el país en agosto de 1945 son bien acogidos, pese a que con ellos retorna el colonialismo.