Comentario
Sin embargo, los japoneses van a adelantarse a los aliados. Ya en enero de 1944 Slim se dio cuenta de que iban a ser atacados. Tras algunas dudas sobre la sensatez o no de retirarse, Slim optó finalmente por no hacerlo. Así, durante el ataque desde Arakán se mantendría firme y sería abastecido por avión. En el noroeste, las dos divisiones británicas próximas al Chindwin se retirarían a la zona de Imphal, pero allí defenderían el área.
El 4 de febrero de 1944, la 55.ª División japonesa de Sakurai inició el ataque. El XV Cuerpo aliado resistió, gracias a sus reservas -la 5.ª División india. Mutaguchi acudió en ayuda de la 55.ª y cruzó el Chindwin; en marzo la 31.ª División de Sato se dirigía hacia Kohima, clave de la captura de Imphal.
Mientras tanto, el 5 de marzo, Wingate había lanzado con planeadores otra incursión para tomar Indaw, al oeste de Bhamo -o Banmau-, al este de Imphal, en el norte, como preparación de la contraofensiva británica, pero la operación fracasó y los chindits se retiraron con grandes pérdidas y muy desmoralizados, hacia el norte esta vez. Pero habían llevado alguna inquietud tras las líneas japonesas (27).
Paralelamente proseguía el ataque japonés. Imphal fue embolsada, pero resistió -lo hará hasta junio-, y en Kohima Mutaguchi fue detenido, sobre todo a causa del escaso apoyo aéreo de que disponía. Los británicos, por su lado, habían utilizado de nuevo sus reservas -la 2.ª División británica- en Imphal.
Los japoneses habían conquistado la sierra próxima a Kohima y los aliados estaban agotados. Mutaguchi insistía testauradamente en proseguir el ataque, mientras las reservas británicas avanzaban desde Dimapur, al noroeste de Imphal, con grandes dificultades; pero a mediados de abril Scoones se había unido a los defensores de Imphal, que estaban siendo abastecidos por aire por unos cien aviones. En mayo llegaron las lluvias y esto dificultó grandemente las cosas a los atacantes, y en Kohima, Sato pasaba a la defensiva fines de abril.
Los japoneses tenían problemas de abastecimento, y estaban irritados y hambrientos. Sato comprendió que no podía hacer más que retirarse, lo que hizo finalmente el 1 de abril de 1944, con gran cólera de Mutaguchi, ante el avance del XXXIII Cuerpo de Ejército británico. El 22 de junio quedaba abierta de nuevo la carretera de Imphal y los suministros pudieron llegar en abundancia. Los japoneses se retiraban hacia el Chindwin, desmoralizados, habiendo sufrido muchas bajas por acción enemiga y por enfermedad, perseguidos por los aviones. Pese al monzón, Mountbatten decidió proseguir la persecución, confiada al XIV Ejército de Slim, que expulsó a los japoneses al otro lado del Chindwin, y la retirada de éstos se convirtió en ocasiones en fuga y desbandada. Hasta este momento, más de la mitad de los 80.000 soldados japoneses que habían iniciado el ataque eran bajas; pero las de los aliados se acercaban a las 35.000-38.000.
En Arakán las tropas de Sakurai fracasaron igualmente y el Ejército Nacional Hindú hizo muy poco, militar y políticamente (28).
Ahora el cometido de los aliados, ante el fracaso japonés, era esencialmente conservar las vías de comunicación. Posteriormente, se trataría de ocupar Rangún antes de las lluvias de mayo de 1945, pues en caso contrario la reconquista de Birmania se prolongaría indefinidamente, a menos que se intentase un desembarco en la costa, de dudoso éxito. Una parte del deseado éxito dependería de la actividad del Ejército chino, en el norte de Birmania, que hasta el presente había hecho muy poco, pese a consistir en 12 divisiones, con cerca de 75.000 hombres, Además, una buena parte de los suministros aliados que iban a parar a los chinos desaparecía en manos de los generales de Chiang, que se enriquecían revendiéndolos o acumulándolos. Stilwell, que en febrero, con sus chino-norteamericanos, había avanzado hacia Myitkyina, y que, de acuerdo con los británicos, había pensado eliminar de una vez el frente norte, gracias al aumento de los suministros, acabó siendo apartado de Chiang, del que era consejero -octubre de 1944-, y sustituido por Wedemeyer, por sus críticas a la corrupción del Gobierno chino.
Asimismo, se pensó en abrir un tercer frente en el sur, como paso previo a la conquista de Rangún, pero la idea se desechó. Finalmente, se estimó que lo mejor era proseguir por donde se venía haciendo, del noroeste hacia el centro, ocuparlo, y luego dirigirse ya al sur, hacia Rangún. Para todo esto era imprescindible resolver el problema siempre presente del transporte y de las comunicaciones: para penetrar en la llanura central birmana sólo podrían utilizarse eficazmente los grandes ríos que bajaban de norte a sur (29).