Época:
Inicio: Año 1883
Fin: Año 1926

Antecedente:
El Modernismo en Cataluña




Comentario

El proyecto de construcción del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia nació de la mano del librero Josep Maria Bocabella, presidente de la Asociación de Devotos de San José. Para ese fin compró una parcela del Eixample barcelonés, y aunque hubiera querido que la ubicación del templo fuera en un lugar más céntrico, tuvo que conformarse en situarlo en uno de sus extremos, en un paisaje de huertos y casas de payés, en un terreno más barato.
Planeó la obra el arquitecto diocesano Francisco de Paula del Villar, quien proyectó una iglesia de estilo neogótico, empezando las obras el día de San José del año 1882. Un año más tarde, desavenencias entre el promotor de las obras y el arquitecto hicieron que éste presentase la dimisión y fuera sustituido por Antoni Gaudí i Cornet, el arquitecto nacido en Reus el 1852, que contaba en esos momentos con treinta y un años.

Desde el inicio, las obras del templo se realizan exclusivamente gracias a las aportaciones de los fieles, al tener carácter de templo expiatorio.

Gaudí vio en el Templo dedicado a la Sagrada Familia la culminación de su obra, dedicándole más de cuarenta años, hasta el día de su muerte, acaecida el 10 de junio de 1926. La iglesia fue proyectada por Villar como un templo de estilo neogótico, iniciando las obras por la cripta. Gaudí hubiera preferido orientar las fachadas del templo en dirección este-oeste. Él es quién entendió el templo como una basílica de planta de cruz latina, con tres naves en el transepto y un cuerpo longitudinal de cinco naves con una nave central más alta, rematado por un ábside con siete capillas. Darían acceso al templo tres grandes fachadas, cada una de ellas con cuatro campanarios: la del Nacimiento a levante, Pasión a poniente y Gloria a mediodía.

El arquitecto propuso también la construcción de una plaza de forma estrellada alrededor del templo que permitiría verlo desde un ángulo de 30º, propuesta que no fue aceptada.