Época: Reconquista
Inicio: Año 711
Fin: Año 1300




Comentario

Emplazamiento habitado desde la época romana, aun se pueden apreciar los restos de un mausoleo de comienzos de la era cristiana. La población adquiere su mayor importancia a partir del siglo IX, cuando el obispo de Iria Flavia, Teodomiro, afirma descubrir el sepulcro del Apostol Santiago. Corre el año 813, y la noticia del hallazgo es recibida con alborozo y expectación en una Europa que está en lucha contra el Islam. Rápidamente comienzan a ponerse en marcha rutas de peregrinación al sepulcro del santo para poder ver las reliquias, instaurando un Camino de Santiago que será uno de los nexos de unión fundamentales entre la Cristiandad.Fue el rey Alfonso II quien proclamó a Santiago Patrón del Reino y quien ordenó construir allí un santuario, que fue sustituido en el 899 por una basílica mayor, por orden de Alfonso III el Grande. También se levantaron iglesias y fueron creados los monasterios de Antealtares y Pinario.Una de las expediciones de Almanzor llega hasta Santiago, ciudad que saquea en el 997 y de la que se lleva a Córdoba las campanas como botín. Muy poco después, por orden del obispo Pedro Mezonzo, la basílica es reconstruida.Doscientos años después, reinando Alfonso VI de Castilla y León, Santiago de Compostela ve cómo comienza a ser construida una espléndida catedral románica y la ciudad se convierte, junto a Roma y Jerusalén, en uno de los centros de peregrinación de la Cristiandad. Comienza entonces su etapa de mayor esplendor, favorecida por el control musulmán sobre los caminos que llevaban a Jerusalén -si no de la propia ciudad-, lo que realza la importancia de Santiago como centro cristiano.La construcción de la catedral continúa en época del conde don Ramón de Borgoña y del obispo Diego Gelmírez, al tiempo que la población de la ciudad crece. Sin embargo, la conclusión de las obras de la catedral no sucederá sino hasta el año 1211, estando a cargo del Maestro Mateo.Santiago también fue escenario de las luchas entre el obispo Gelmírez y la reina doña Urraca, en las que la ambición del primero tuvo mucho que ver. La peregrinación a Santiago se vio refrendada por la concesión a la iglesia compostelana del "Jubileo pleno del Año Santo", realizada por el papa Calixto II y declarada perpetua por Alejandro III.