Comentario
Fruto conjunto de la Universidad Complutense y del interés de Cisneros por los estudios bíblicos fue la Biblia Políglota en hebreo, griego y latín. Comprende seis tomos: los cuatro primeros se refieren al Antiguo Testamento; el quinto al Nuevo Testamento y el sexto incluye sendos vocabularios hebreo y caldeo, un diccionario latino-hebraico y una gramática hebrea.
Los textos del Antiguo Testamento se prepararon en hebreo, griego (versión de los Setenta) y latín (Vulgata), y el Pentateuco, también en arameo (Tárgum); los del Nuevo Testamento, en griego y latín. La compulsa y confrontación de textos fue realizada por diversos eruditos: los conversos Alonso de Zamora, Pablo Coronel y Alfonso de Alcalá fijaron el texto hebreo y caldeo; Demetrio Ducas, Juan de Vergara, Diego López de Zúñiga, Hernán Núñez y Nebrija se ocuparon de los códices griegos. Los dos últimos, los humanistas más importantes de la época, se incorporaron tardíamente, hacia 1513, cuando ya la obra estaba en prensa. La impresión definitiva se empieza en 1502 y se acaba en 1514, y hacia 1520 se pone la obra a la venta, tras la autorización de León X, que tardó bastante en concederla (Marcel Bataillon señala el año 1522 como la fecha de la puesta en venta). En cualquier caso, desde el punto de vista de la impresión, la Biblia de Alcalá es la primera edición que se realiza del Nuevo Testamento en griego, pues la edición de Erasmo no se imprime hasta 1516. Pero la gran corriente representativa del humanismo más avanzado en la España del siglo XVI fue el erasmismo.