Época: Mesopotamia
Inicio: Año 3500 A. C.
Fin: Año 2000 D.C.

Antecedente:
La religión sumeria y acadia

(C) Alvaro Cruz García



Comentario

La muerte era considerada por los sumerios uno de los acontecimientos más importantes de la naturaleza humana. Los grandes señores y gobernantes eran enterrados en necrópolis, algunas de las cuales fueron fastuosas y requirieron la movilización de una ingente cantidad de mano de obra, como el cementerio real de Ur. Pero también el pueblo llano era enterrado en sitios destinados al efecto, interviniendo en el acto un complejo ritual.
Sumerios y acadios consideraban el espíritu del fallecido se dirigía, tras la muerte del cuerpo, a un mundo subterráneo, al que conocían como País sin retorno. Se trataba de un oscuro lugar, sin comida ni bebida ni aire, lleno de polvo. En este lugar el espíritu debía alimentarse de las ofrendas depositadas por los deudos del difunto, lo que indica la importancia -corroborada por la arqueología- del ajuar funerario para esta civilización.