Comentario
Restringiéndonos a Europa y en términos generales, se observa cómo hace aproximadamente 85.000 años el clima templado que reinaba en el interglaciar Riss-Würm sufre un deterioro paulatino, reflejado en un aumento de la lluvia y un descenso de las temperaturas. El refrescamiento determina un retroceso del bosque, que será reemplazado por medios de praderío. En la fase Würm II, Europa occidental sufrirá una fuerte continentalización del clima. El descenso climático es marcado, con fuertes vientos, presentándose una cierta aridez que favorecerá el desarrollo de la estepa, incluso en el suroeste de Francia. La Europa nórdica verá desaparecer completamente el bosque, siendo reemplazado por la estepa en la que subsistirán los árboles, muy raros, en zonas bien protegidas. Montañas y mesetas sufrirán con intensidad la acción del hielo, que penetrará en el subsuelo a gran profundidad, desnudándose la superficie.
La fauna asociada dependerá de las áreas geográficas e incluso de microclimas y de la geomorfología de la superficie, aunque aparece entre los hervíboros alguna especie tradicionalmente asociada al clima frío: lemmings, renos, antílope saiga, mamuts y rinocerontes lanudos junto a los rebecos y las cabras. Entre los carnívoros destaca, por su impacto en los hábitats en cuevas de los grupos musterienses, el oso de las cavernas, así como el león de las cavernas y el lobo.