Época: Roma
Inicio: Año 753 A. C.
Fin: Año 476




Comentario

Como en la mayoría de las sociedades del mundo antiguo, en Roma se consideraba indigno el trabajo manual. Todo ciudadano que se preciase debía emplear su tiempo en cuestiones calificadas de útiles y provechosas, especialmente la política. Por ello, era normal que los hombres pudientes gastasen enormes cantidades de dinero en labrarse una carrera política, de la que podrían obtener grandes beneficios.
Como ocurre en los sistemas basados en las desigualdades sociales, no existió un desarrollo económico similar en todas las provincias que formaban el Imperio Romano. En la capital encontramos más de 300.000 personas que vivían de la beneficencia estatal en los últimos años de la República y aunque diferentes políticos intentaron reducir el número por diversos métodos -fundación de colonias o distribución de tierras- el número de plebs frumentaria nunca descendió de 200.000.

De todos los territorios que constituían el Imperio será Italia quien tenga una situación de absoluto privilegio. La agricultura se especializó gracias a la llegada masiva de grano procedente de África, Hispania o Egipto. De las tierras conquistadas también llegarán un amplio número de esclavos, que paulatinamente irán ocupando los puestos de trabajo de los campesinos libres, creando un sistema esclavista. Las economías de las diferentes provincias dependerán de la situación momentánea con respecto a la metrópoli.

La valoración social del trabajo fue cambiando con el paso del tiempo. Inicialmente los textos ensalzan al ciudadano campesino, debido a que la fuente de riqueza más importante es la tierra, que está repartida entre los pequeños propietarios. Pero la situación varía a partir del siglo III a.C., cuando la mano de obra esclava empiece a sustituir a los campesinos libres. El trabajo rural ya no gozará de tantas simpatías, aunque siempre sea de mayor prestigio que el comercio o la artesanía. No en balde, los senadores tendrán prohibido dedicarse a actividades comerciales. Paulatinamente, el trabajo sería considerado como algo negativo, al tratarse de una actividad realizada por esclavos.