Comentario
El hanga es la palabra japonesa que define el arte de la estampa en madera, que alcanzó un gran desarrollo durante el periodo Edo y un nivel de perfección aún no superado. Desde el siglo XII ya se desarrolló el hanga, pero el aumento de la demanda de pinturas de tipo costumbrista dio un impulso al arte de la xilografía, evolucionando desde los diseños con pocas figuras y monocromas hasta formas mucho más complejas y llenas de colorido. A principios del siglo XX, se abrió a más amplios horizontes paisajísticos y dejándose influir por las corrientes artísticas occidentales. Sin duda, lo más importante del hanga es la temática sobre la que trata, destacando por encima del resto el tema del mundo flotante o Ukiyo-e, cuya traducción literal sería "pintura del mundo flotante", entendiendo como tal el mundo fugaz de una moda, una bella mujer o una función teatral kabuki. Por lo tanto, el objetivo del Ukiyo-e es reflejar la vida cotidiana de la sociedad de Edo: el teatro, la belleza de las mujeres o el barrio de Yoshiwara, entre otros. Fue, sin duda, el primer arte de comunicación de masas y se extendió rápidamente entre los chonin, ávidos consumidores tanto de las obras kabuki como de las estampas o Ukiyo-e que las plasmaban. Autores de la talla de Harunobu (1725 - 1770), Utamaro (1753 - 1806) y Hokusai (1760 - 1809) constituyen la máxima expresión de un arte que, con el avance del periodo Edo, abrió sus fronteras en busca de paisajes más abiertos.