Época:
Inicio: Año 1187
Fin: Año 1187




Comentario

La reconquista de Edesa en el año 1144 provocará la Segunda Cruzada, entre 1148 y 1151. Desde París, las tropas cruzadas se dirigirán a Constantinopla, donde se separan para encaminarse a Tierra Santa. Ambos ejércitos serán derrotados, en Dorileo y Laodicea. Unificadas sus fuerzas en Jerusalén en 1148, desde allí organizaron sendas campañas contra Ascalón y Damasco, que acabaron en fracaso.
Cuatro décadas más tarde se produjo un nuevo enfrentamiento. Un poderoso soberano musulmán ha surgido en la zona, Saladino. Éste reunifica el Islam bajo el sultanato de Bagdad y domina un área que va desde Damasco hasta El Cairo. La gran batalla con los cristianos se producirá en 1187, en los campos de Hattin.

Saladino había conseguido reunir un formidable ejército compuesto por más de 30.000 hombres, 12.000 de ellos de caballería, más un número indeterminado de voluntarios. El 2 de julio tomó la ciudad de Tiberias. Ante este hecho, los cristianos enviaron desde Acre a sus mejores guerreros en dirección a Tiberias. Tan pronto Saladino se enteró de la marcha de los cristianos, mandó al grueso de su ejército al campamento de Cafarsset para cortarles el paso.

Una vez que el ejército cristiano avanzó, los musulmanes lanzaron su ataque. Acosados, los cristianos se encaminaron a los altos de Hattin. El ejército musulmán cercó entonces a las fuerzas cristianas, dejándoles montar su campamento defensivo, pues el lugar carecía totalmente de agua. Al día siguiente, los cristianos, agotados y sedientos, intentaron desesperadamente llegar a Hattin, pero Saladino les rodeó, bloqueando el apoyo de la caballería. La infantería, presa del pánico, intentó regresar a los Altos de Hattin pero, nuevamente, Saladino les cortó la retirada. La caballería templaria, encargada de la retaguardia, cayó tras una resistencia encarnizada. Todos fueron muertos o esclavizados, salvo un pequeño grupo de soldados, quienes pudieron cruzar las líneas enemigas y escapar.

La derrota de Hattin dejó a Saladino libre el camino de Jerusalén. Rodeada la ciudad, cayó en 1187. Lo que quedaba del reino se trasladó a la franja costera, instalándose en Acre la capital y la corte de un rey cada vez más débil.