Época:
Inicio: Año 1848
Fin: Año 1914

Siguientes:
La Secession de Viena



Comentario

Serán el emperador Francisco José y su popular esposa Sissi quienes restablezcan la grandeza de Viena, a pesar de que el poder de los Habsburgo se deterioraba por momentos. A partir de 1857 se empieza la demolición de las viejas fortificaciones y edificios adyacentes, dando paso a la Ringstrasse, un amplio bulevar que separa los distritos de Stephansdom y Hofburg del resto del entramado urbano. En la Ringstrasse se construyeron los edificios más importantes de la ciudad, como la Votivkirche, el Parlamento, el Kunsthistorisches Museum, el Museo de Artes Aplicadas o el Teatro de la Ópera, siendo recorrida esta verdadera arteria urbana por tranvías de caballos. Viena se convertirá en un foco cultural de primer orden al que acudirán intelectuales y artistas desde todos los rincones del Imperio como los compositores Johannes Brahms y Anton Bruckner. La intensa actividad comercial de la ciudad atraerá también a un amplio número de comerciantes procedentes de Oriente. Los numerosos cafés acogerán las tertulias políticas y culturales que a diario se celebraban, siendo frecuentadas cada vez por un mayor números de personas. Sin embargo, la superpoblación y las tensiones sociales serán los principales problemas con los que se encontrarán las autoridades urbanas, sin olvidar los frecuentes desbordamientos del río Danubio. Esta será la causa de la regulación de su curso a lo largo de la década de 1890, sistematizándose el caudal gracias a un sistema de canales y esclusas. El momento culminante del reinado de Francisco José será el famoso desfile que en 1879 se celebrará en la Ringstrasse para conmemorar las bodas de plata del monarca.
En los últimos años del siglo XIX se desarrolla en Viena una importante actividad intelectual. Es la época de Freud y de los movimientos artísticos Jugendstil y la Secession, con artistas como Gustav Klimt, Egon Schiele, Otto Wagner, Josef Maria Olbrich y Adolf Loos. Los arquitectos de la Secession salpican con sus obras todos los rincones de la ciudad: los pabellones de la Karlsplatz, la Caja Postal de Ahorros, la Kirche am Steinhof, los Apartamentos Wagner, la Loos Haus o el propio edificio de la Secession. En este contexto, Josef Hoffmann funda el Wiener Werkstätte, un taller artesanal en el que prima el diseño. Es lógico pensar que este aire revolucionario que envuelve el arte y la cultura vienesa afecte a la situación política, provocando una intensa reacción ante el decadente Imperio de los Habsburgo.

El asesinato del archiduque Fernando en Sarajevo provocará el estallido de la Primera Guerra Mundial. Austria se alía con Alemania y en 1916 fallece Francisco José. El final del conflicto supondrá la abdicación de Carlos I y la proclamación de la República. El Imperio desaparece y Austria se convierte en un Estado de más de 6 millones de habitantes.