Época:
Inicio: Año 800
Fin: Año 1500

Antecedente:
El castillo, una clave de la Edad Media



Comentario

En el campo, los labradores vivían dispersos en pequeños núcleos. A veces un par de docenas de familias continuaba viviendo en los alrededores de las ruinas de las grandes haciendas esclavistas de época romana. Otras veces, una de las numerosas y diminutas iglesias rurales que fueron surgiendo en el campo servía de base para la formación de modestos asentamientos compuestos por una pocas familias; muy frecuentemente, el campesino vivía en medio del campo que cultivaba, en ocasiones no lejos de otros agricultores, pero sustancialmente aislado.
El pueblo y la comunidad campesina todavía no existían, pues son, en gran medida, una creación posterior, de los siglos X y XI. En estos momentos tampoco había fortificaciones ni construcciones destinadas a defender a la población rural, siempre inerme ante el ataque de bandoleros o de bandas armadas que pillaban los campos.

Habituados a considerar al Medievo como una época de cambios lentos -como a la edad por excelencia de la historia inmóvil propugnada por Ferdinand Braudel- si diéramos un salto de un par de centenares de años, desde Carlomagno hasta el umbral del año mil, nos quedaríamos atónitos. El paisaje se ha transformado completamente. En numerosos lugares de la región, la organización del campo ya ha adquirido características que, al menos en grandes líneas, se conservarán hasta el gran despegue económico de mediados del siglo XX.

¿Qué ocurrió para producir semejante transformación? Habían nacido los castillos y, con ellos, un fenómeno muy complejo -para el que los historiadores de todo el mundo toman como modelo el Lacio- al que se pone por nombre el neologismo de encastillamiento.

En el encastillamiento de tipo del Lacio confluyen dos procesos distintos: por un lado la concentración de la población dispersa por el campo en un asentamiento rural; por otro, la construcción de defensas adecuadas destinadas a proteger a la totalidad o a gran parte de este asentamiento. Como si se tratara de una reacción química, la combinación de ambos elementos dio vida a un compuesto de gran solidez, destinado a durar por más de un milenio. Pero, ¿cuáles eran sus características?