Época: Guerra de Corea
Inicio: Año 1950
Fin: Año 1953

Antecedente:
La Guerra de Corea



Comentario

El 25 de junio de 1950 se produjo la invasión, con unos 90.000 soldados norcoreanos apoyados por centenar y medio de tanques soviéticos. En realidad, uno y otro bando habían organizado operaciones bélicas de menor entidad contra el adversario; ahora, los atacantes del Norte pretextaron haber sido agredidos por los surcoreanos. En un principio, obtuvieron victorias espectaculares, de tal modo que al poco tiempo encerraron al enemigo en un perímetro en torno a Pusan, pero provocaron una inmediata reacción no sólo de Norteamérica sino de las propias Naciones Unidas.
Truman y, en general, los norteamericanos percibieron lo sucedido como una reedición de lo que en su día había hecho Hitler: "En mi generación -escribió en sus memorias el presidente norteamericano- no fue ésta la única ocasión en que el fuerte había atacado al débil". Corea fue, para él, la Grecia de Oriente y, como esta nación en 1947, también debía ser salvada de la agresión comunista. La unanimidad en la opinión pública norteamericana fue completa: la ampliación del servicio militar, propuesta por Truman, fue aprobada en el Congreso por 314 votos a 4, pero ahí se detuvo la intervención del ejecutivo norteamericano, lo que sin duda sentó un mal precedente.

El secretario general de la ONU, el noruego Tryvge Lie, declaró que se había agredido a la organización misma. En el Consejo de Seguridad, reunido en ausencia de la URSS, que quizá todavía pensaba en una victoria rápida -los norcoreanos calculaban para la guerra una duración máxima de ocho días-, condenó al atacante. Quince países enviaron efectivos militares a combatir a Corea y otros cuarenta enviaron ayuda humanitaria.

Sin embargo, desde un principio el mando militar fue puesto en las manos del general norteamericano Douglas Mc Arthur, un héroe de guerra que era también un personaje egocéntrico, inestable y desequilibrado hasta la paranoia, al que Truman describía como Mr. Prima Donna y "una de las personas más peligrosas de este país". Sus compañeros de armas eran de la misma opinión; Eisenhower, que había sido subordinado suyo, dijo que "he estudiado drama con él cinco años en Washington y cuatro en Filipinas". La decisión norteamericana respecto a emplearse a fondo en Corea se vio fomentada por el pronto descubrimiento de que el enemigo torturaba y ejecutaba a los prisioneros y a los civiles; 26.000 fueron eliminados entre julio y septiembre. El hecho de que al mismo tiempo se manifestara una presión de la China comunista sobre Taiwan sirvió para acentuar el temor de que el comunismo tratase de lograr una expansión decisiva en Asia.