Época: Guerra de Corea
Inicio: Año 1950
Fin: Año 1953

Antecedente:
La Guerra de Corea



Comentario

La última ofensiva china y norcoreana se produjo entre el final del mes de abril y mayo de 1951. Pudieron participar en ella 700.000 hombres, que tuvieron unas 200.000 bajas. Luego, finalmente, el frente se estabilizó. En junio de 1951, casi un año exacto después de la agresión norcoreana, el embajador soviético ante las Naciones Unidas propuso un armisticio militar, pero sólo en noviembre se detuvieron los combates de una forma definitiva. En julio de 1953 se llegó a la determinación de la frontera siguiendo una línea que venía a ser, de forma aproximada, el paralelo 38.
La cuestión más discutida en las conversaciones posteriores a 1951 fue la de los prisioneros. Una parte de los norcoreanos en poder del adversario no quiso volver a su país de procedencia. Rhee se negó a firmar un acuerdo para su entrega y les integró en la vida civil de Corea del Sur. Como en tantas otras ocasiones durante la guerra fría, no se puede decir que se hubiera llegado a una solución final sino tan sólo a un arreglo momentáneo. A finales de los años ochenta, Corea del Norte tenía todavía 850.000 hombres en armas para una población de veinte millones de habitantes, mientras que Corea del Sur tenía 650.000 para 42 millones.

El balance de la guerra supuso pérdidas humanas y materiales muy importantes. Aproximadamente, 1.400.000 norteamericanos sirvieron en aquel conflicto y de ellos 33.600 murieron en combate, pero hubo otros veinte mil que perdieron la vida por enfermedades o accidentes. Aunque popular en un principio, la guerra dejó un cierto sentimiento de insatisfacción como el primer conflicto que los Estados Unidos no habían ganado de forma clara. El general Bradley, uno de los héroes de la Segunda Guerra Mundial, afirmó en el verano de 1950 que se debía "trazar una línea" frente a la expansión comunista y que Corea daba la oportunidad de hacerlo, pero el resultado proporcionó pocas satisfacciones. El Ejército surcoreano tuvo algo más de 400.000 muertos. Los norteamericanos calcularon también que podían haber muerto, entre norcoreanos y chinos, un millón y medio de personas más.

Las enseñanzas militares del conflicto fueron importantes, aunque no siempre fueron comprendidas de forma inmediata. Fracasaron rotundamente las operaciones de inteligencia y de información occidentales. Por el contrario, la Aviación norteamericana testimonió su absoluta superioridad: perdió sólo 78 aviones frente a los muchos millares del enemigo. Pero quizá no se sacó de ello todo el partido posible, debido a la demostración de que un Ejército cuyo nivel de armamento era muy inferior podía enfrentarse a otro muy superior con posibilidades reales de éxito. Los chinos y norcoreanos aprendieron que no debían hacer la guerra combatiendo a un Ejército moderno de la misma manera que lo habían hecho hasta el momento. De ahí que, años después, la estrategia aplicada en Vietnam fuera muy distinta.