Comentario
Birmania, entre el subcontinente indio y la península indochina, estuvo desde sus orígenes históricos atravesada por dos rutas: una, terrestre, iba desde China a la India, y es descrita por los viajeros chinos desde época muy remota; la otra era la ruta fluvial que desde su delta remontaba el curso del río Irauadi
Las fuentes chinas mencionan desde el siglo III un reino situado en el centro de Birmania al que denominan Linyamg, y junto a éste, en el curso medio del río, estaría otro Estado, el formado por el pueblo de los pyus, que fueron casi con seguridad la primera oleada de tibeto-birmanos que descendió por el cauce del Irauadi.
Se sabe que en el siglo VII los pyus habían adoptado un calendario basado en la astrología, y a pesar de mantener unas prácticas religiosas de tipo animista, también estaban muy extendidos el culto a Visnú y el budismo que tenía como centros a numerosos monasterios.
El Reino de los pyus tuvo su mayor apogeo con la dinastía Candra, que mantuvo estrechas relaciones con la India, hasta que después del siglo VIII se fue despoblando y quedó poco a poco absorbido por los tibeto-birmanos.
Contemporáneos de los pyus fueron los môns, que formaron diversos reinos en el delta del Irauadi, el más famoso de los cuales fue el que tuvo su capital en Sudhammavati (Tathon), enclave comercial de primer orden en la ruta marítima hacia China. Los môns, de cultura india, practicaron el budismo y su base económica eran los arrozales, el algodón y las maderas y tejidos preciosos.
Procedentes del Norte los tibeto-birmanos, dedicados al cultivo del arroz y a la cría de búfalos y caballos, acabaron instalándose en las zonas más sureñas en donde entraron en contacto con los môns. En 849 un jefe birmano llamado Pynbya agrupó en un solo recinto a 19 pueblos, protegidos por sus genios respectivos, en lo que sería Pagán, la futura capital birmana. En estos comienzos históricos se mezcla la realidad con las más fantásticas leyendas según las cuales después de una serie de usurpadores, que se mataron entre sí, en 1044 tomo el poder Anawratha, el verdadero creador del reino birmano, gracias a sus reformas económicas, militares y religiosas, e iniciando el apogeo de la ciudad de Pagán. A su muerte, en 1077, el Reino de Pagán se extendía por casi toda la actual Birmania.