Comentario
La vida privada en la Alta Edad Media estará caracterizada por el miedo al mundo exterior y en definitiva a la muerte. Es una etapa de angustias y temores ante los todavía recientes ataques bárbaros en los que la violencia ha sido la nota más significativa. Incluso la religión cristiana busca en el sufrimiento el sacrificio que permitirá al creyente alcanzar la vida eterna. Pero también encontramos muestras de amor, especialmente en la familia, ante las continuas amenazas procedentes del mundo exterior. Esa inseguridad, ese miedo a la amenaza, conducirá al feudalismo en los últimos años de esta etapa que vamos a conocer.
La ciudad ha sido casi definitivamente abandonada para instalarse en el campo. La fragilidad de las rutas comerciales impiden la mayoría de las transacciones y, por lo tanto, es más fácil encontrar alimentos en el campo, produciéndolos uno mismo con absoluto sacrificio. Y como la preocupación por la defensa está presente, es preferible ceder nuestras tierras a un señor a cambio de protección. Estamos en el germen del régimen señorial que conducirá al feudalismo.
Por desgracia no son numerosos los documentos y las fuentes que se refieren a esta vida cotidiana que aquí pretendemos conocer, pero en la medida de lo posible nos acercaremos a ellos para hacer más accesible al lector esta época que se nos antoja tan remota y que no es una etapa media entre el Mundo Antiguo y el Renacimiento, sino un momento de máxima importancia en la Historia de la Humanidad.