Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
NAUFRAGIOS Y COMENTARIOS




Comentario

De cómo juntaron la gente ante la casa de Domingo de Irala



Y luego otro día siguiente por la mañana los oficiales, como atambor, mandaron pregonar por las calles, que todos se juntasen delante las casas del capitán Domingo de Irala, y allí juntos sus amigos y valedores con sus armas, con pregonero, y altas voces leyeron un libelo infamativo entre las otras cosas, dijeron que tenía al gobernador ordenado de tomarles a todos sus prendas y tenerlos por esclavos, y que ellos de la libertad de todos le habían prendido; y acabando de leer el dicho libelo, les dijeron: "Decid, señores: ¡Libertad, libertad; viva el Rey!" Y ansí, dando grandes voces, lo dijeron, y acabado de decir, la gente se indignó con el gobernador, y muchos decían: "¡Pese a tal!, vásmosle a matar a este tirano, que nos quería matar y destruir"; y amansada la ira y furor de la gente, luego los oficiales nombraron por teniente de gobernador y capitán general de la dicha provincia a Domingo de Irala. Este fue otra vez gobernador contra Francisco Ruiz, que había quedado en la tierra por teniente de don Pedro de Mendoza; y en la verdad fue buen teniente y buen gobernador, y por envidia y malicia le desposeyeron contra todo derecho y nombraron por teniente a este Domingo de Irala; y diciendo uno al veedor Alonso Cabrera que lo habían hecho mal, porque habiendo poblado el Francisco Ruiz aquella tierra y sustentándola con tanto trabajo, se lo habían quitado, respondió que porque no quería hacer lo que él quería; y que porque Domingo de Irala era el de menos calidad de todos, y siempre haría lo que él mandase y todos los oficiales, por esto lo habían nombrado; y así pusieron al Domingo de Irala, y nombraron por alcalde mayor a un Pero Díaz del Valle, amigo de Domingo de Irala; dieron las varas de los alguaciles a un Bartolomé de la Marilla, natural de Trujillo, amigo de Nunfro de Chaves, y a un Sancho de Salinas, natural de Cazalla; y luego los oficiales y Domingo de Irala comenzaron a publicar que quería tornar a hacer entrada por la misma tierra que el gobernador había descubierto, con intento de buscar alguna plata y oro en la tierra, porque hallándola la enviasen a Su Majestad para que los perdonase, y con ello creían que les había de perdonar el delito que habían cometido; y que si no lo hallasen, que se quedarían en la tierra adentro poblando, por no volver donde fuesen castigados; y que podría ser que hallasen tanto, que por ello les hiciese merced de la tierra, y con esto andaban granjeando a la gente; y cómo ya hobiesen todos entendido las maldades que habían usado y usaban, no quiso ninguno dar consentimiento a la entrada; y dende allí en adelante toda la mayor parte de la gente comenzó a reclamar y a decir que soltasen al gobernador; y de esta causa los oficiales y las justicias que tenían puestas comenzaron a molestar a los que se mostraban pesantes de la prisión, echándoles prisiones y quitándoles sus haciendas y mantenimientos, y fatigándolos con otros malos tratamientos; y a los que se retraían por las iglesias, por que no les prendiesen, ponían guardas por que no los diesen de comer, y ponían pena sobre ello, y a otros les tiraban las armas y los traían aperreados y corridos, y decían públicamente que a los que mostrase pesalles de la prisión que los habían de destruir.