Comentario
En que se concluye la relación de lo que hay en esta tierra hasta salir de los términos de la villa de Pasto
En estas regiones de los pastos hay otro río algo grande, que se llama Angasmayo, que es hasta donde llegó el rey Guaynacapa hijo del gran capitán Topainga Yupangue, rey del Cuzco. Pasado el río Caliente y la gran sierra de cuesta que dije, se va por unas lomas y laderas y un pequeño despoblado o páramo, a donde, cuando yo lo pasé, no hube poco frío. Más adelante está una sierra alta; en su cumbre hay un volcán, del cual algunas veces sale cantidad de humo, y en los tiempos pasados (según dicen los naturales) reventó una vez y echó de sí muy gran cantidad de piedras. Queda este volcán para llegar a la villa de Pasto, yendo de Popayán como vamos, a la mano derecha. El pueblo está asentado en un muy lindo y hermoso valle, por donde se pasa un río de muy sabrosa y dulce agua, y otros muchos arroyos y fuentes que vienan a dar a él. Llámase este valle de Atris; fue primero muy poblado, y agora se han retirado a la serranía; está cercado de grandes sierras, algunas de montañas y otras de campaña. Los españoles tienen en todo este valle sus estancias y caserías, donde tienen sus granjerías, y las vegas y campiña deste río está siempre sembrado de muchos y muy hermosos trigos y cebadas y maíz, y tiene un molino en que muelen el trigo; porque ya en aquella villa no se come pan de maíz, por la abundancia que tienen de trigo. En aquellos llanos hay muchos venados, conejos, perdices, palomas, tórtolas, faisanes y pavas. Los indios toman de aquella caza mucha. La tierra de los pastos es muy fría en demasía, y en el verano hace más frío que no en el invierno, y lo mismo en el pueblo de los cristianos; de manera que aquí no da fastidio al marido la compañía de la mujer ni el traer mucha ropa. Hay invierno y verano, como en España. La villa viciosa de Pasto fundó y pobló el capitán Lorenzo de Aldana en nombre de su majestad, siendo el adelantado don Francisco Pizarro su gobernador y capitán general de todas estas provincias y reinos del Perú, año del Señor de 1539 años; y el dicho Lorenzo de Aldana, teniente general del mismo don Francisco Pizarro, del Quito y Pasto, Popayán, Timana, Cali, Ancerma y Cartago. Y gobernándolo él todo por su persona y por los tenientes que él nombraba, según dicen muchos conquistadores de aquellas ciudades, el tiempo que él estuvo en ellas miró mucho el aumento de los naturales y mandó siempre que fuesen todos bien tratados.