Comentario
Del camino que hay de la provincia de Quito a la costa de la mar del sur, y términos de la cuidad de Puerto Viejo
Llegado he con mi escriptura a los aposentos de Tumebamba, por poder dar noticia de manera que se entienda de las ciudades de Puerto Viejo y Guayaquil. Y cierto rehusé en este paso la carrera de pasar adelante; porque lo uno, yo anduve poco por aquellas comarcas, y lo otro, porque los naturales son faltos de razón y orden política; tanto, que con gran dificultad se puede colegir dellos sino poco, y también porque me parescía que bastaba proseguir el camino real; mas la obligación que tengo de satisfacer a los curiosos me hace tomar ánimo de pasar adelante para darles verdadera relación de todas las cosas que más posible me fuere. Lo cual creo cierto me será agradescido por ellos y por los doctos hombres benévolos y prudentes. Y así, de lo más verdadero y cierto que yo hallé tomé la relación y noticia que aquí diré. Lo cual hecho, volveré a mi principal camino.
Pues volviendo a estas ciudades de Puerto Viejo y Guayaquil, es desta manera: que saliendo por el camino de Quito a la parte de la costa de la mar del Sur, comenzaré desde Quaque, que es por aquel cabo el principio desta tierra, y por la otra se podrá decir el fin. De Tumebamba no hay camino derecho a la costa si no es para ir a salir de los términos de la ciudad de San Miguel, primera población hecha por los cristianos en el Perú.
Por lo cual digo que en la comarca de Quito, no muy lejos de la ciudad de Tumebamba, está una provincia que ha por nombre Chumbo, puesto que antes de llegar allí hay otras mayores y menores pobladas de gente vestida, y que sus mujeres son de buen parecer. Hay en la comarca destos pueblos aposentos principales, como en los pasados, y sirvieron y obedecieron a los ingas señores suyos, y hablaban la lengua general que me mandó por ellos que se usase en todas partes. Y a tiempos usan de congregaciones para hallarse en ellas los más principales, a donde tratan lo que conviene al beneficio así de sus patrias como de los particulares provechos dellos. Tienen las costumbres como las que arriba he dicho, y son semejantes a ellos en las religiones. Adoran por dios al sol y a otros dioses que ellos tienen o tenían. Creen la inmortalidad del ánima. Tenían su cuenta con el demonio, y permitiéndolo Dios por sus pecados, tenía sobre ellos gran señorío. Agora en este tiempo, como por todas partes se predica la santa fe, muchos se llegan y están conjuntos con los cristianos, y tienen entre ellos clérigos y frailes que les dotrinan y enseñan las cosas de la fe.
Cada uno de los naturales destas provincias y todos los más linajes de gentes que habitan en aquellas partes tienen una señal muy cierta y usada, por la cual en todas partes son conocidos. Estando yo en el Cuzco entraban de muchas partes gentes, y por las señales conocíamos que los unos eran canches y los otros cañas y los otros collas, y otros guancas y otros cañares y otros chachapoyas. Lo cual cierto fue galana invención para en tiempo de guerra no tenerse unos por otros, y para en tiempo de paz conocerse a sí propios entre muchos linajes de gentes que se congregaban por mandado de los señores y se juntaban para cosas tocantes a su servicio, siendo todos de una color y faiciones y aspecto, y sin barbas, y con un vestido, y usando por toda la tierra un solo lenguaje. En todos los más destos pueblos principales hay iglesias, a donde se dicen misas y se dotrina, y se tiene gran cuidado y orden en traer los muchachos hijos de los indios a que aprendan las oraciones, y con ayuda de Dios se tiene esperanza que siempre irá en crecimiento.
Desta provincia de Chumbo van hasta catorce leguas, todo camino áspero y a partes dificultoso, hasta llegar a un río, en el cual hay siempre naturales de la comarca que tienen balsas, en que llevan a los caminantes por aquel río a salir al paso que dicen de Guaynacapa. El cual está (a lo que dicen) de la isla de Puna doce leguas por una parte, y por otra hay indios naturales y no de tanta razón como los que atrás quedan, porque algunos dellos enteramente no fueron conquistados por los reyes ingas.