Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
EL SEÑORIO DE LOS INCAS



Comentario

De cómo Tupac Inca tornó a salir del Cuzco y cómo fue al Collao y de allí a Chile y ganó y señoreó las naciones que hay en aquellas tierras, y de su muerte.


Como Tupac Inca hobiese llegado al Cuzco con tan grandes victorias como se ha escripto, estuvo algunos días holgándose en sus banquetes y borracheras con sus mujeres y mancebas, que eran muchas, y con sus hijos, entre los cuales se criaba Guayna Capac, el que había de ser rey y salía muy esforzado y brioso. Pasadas las fiestas, el gran Tupac Inca pensó de dar vista al Collao y señorear la tierra que más pudiese de adelante; y para hacerlo mandó que se apercibiesen en todas partes gentes y se hiciesen muchos toldos para dormir en los lugares desiertos. Y comenzaron a venir con sus capitanes y alojábanse a la redonda del Cuzco, sin entrar en la ciudad otros que los que la ley no proibía, y a los unos y a los otros proveían cumplidamente de todo lo necesario, teniendo en ello cuenta grandes los gobernadores y proveedores de la mesma ciudad. Y como se hobiesen juntado todos los que habían de ir a la guerra, se hicieron sacrificios a sus dioses, conforme a su ceguedad, poniendo a los adivinos que supiesen de los oráculos el fin de la guerra; y, hecho un convite general y muy espléndido, salió del Cuzco Tupac Inca, dejando en la ciudad su lugarteniente y su hijo mayor Guayna Capac, y con grand repuesto y majestad caminó por lo de Collasuyo, visitando sus guaniciones y tambos reales y holgóse por los pueblos de los Canas y Canches.

Entrando en lo de Collao anduvo hasta Chucuito, donde los señores de la tierra se juntaron a le hacer fiesta; y había con su buena orden todo recaudo y abasto de mantenimientos, sin que faltase a más de trescientas mill personas que iban en sus reales. Algunos señores del Collao se ofrecieron de ir por sus personas con el mesmo Inca, y con los que señaló entró en el palude de Titicaca [y] loó a los que entendían en las obras de los edificios que su padre mandó hacer cuán bien lo habían hecho. En el templo hizo grandes sacrificios y dio al ídolo y sacerdotes dones ricos, conforme a tan gran señor como él era. Volvió a su gente y camino por toda la provincia del Collao hasta salir della; envió sus mensajeros a todas las naciones de los Charcas, Carangas y más gentes que hay en aquellas tierras. Dellas, unos le acudían a servir y otros a le dar guerra, mas, aunque se la dieron, su potencia era tanta que bastó a los sojuzgar, usando con los vencidos de gran clemencia y, con los que se venían, de mucho amor. En Paria mandó hacer edificios grandes y lo mesmo en otras partes. Y cierto debieron pasar a Tupac Inca cosas grandes, muchas de las cuales priva el olvido por la falta que tienen de letras, y yo pongo sumariamente algo de lo mucho que sabemos, por lo que oímos y vemos los que acá estamos que pasó.

Yendo victorioso adelante de los Charcas atravesó muchas tierras e provincias y grandes despoblados de nieve, hasta que llegó a lo que llamamos Chile y señoreó y conquistó todas aquellas tierras, en las cuales dicen que llegaron al río de Maule. En lo de Chile hizo algunos edificios y tributáronle de aquellas comarcas mucho oro en tejuelos. Dejó gobernadores y mitimaes y, puesto en orden lo que había ganado, volvió al Cuzco.

Hacia la parte de Levante envió orejones avisados en hábito de mercaderes, para que mirasen las tierras que hobiese y qué gentes las mandaban; y, ordenadas estas otras cosas, volvió al Cuzco, de donde afirman que tornó a salir a cabo de algunos días; y con la gente que convino llevar entró en los Andes y pasó grand trabajo por la espesura de la montaña y conquistó algunos pueblos de aquella región y mandó sembrar muchas sementeras de coca y que la llevasen al Cuzco, donde él dio la vuelta.

Y dicen que, pasados pocos días, le dio cierto mal que le causó la muerte y que, encomendando a su hijo la gobernación del reino y a sus mujeres e hijos y diciendo otras cosas, murió. Y se hicieron grandes lloros y tan notable sentimiento desde Quito hasta Chile, ques extraña cosa de oír a los indios lo que sobre ello cuentan.

Adónde, ni en qué lugar está enterrado, no lo dicen. Cuentan que se mataron grand número de mujeres y servidores y pajes para meter con él, con tanto tesoro y pedrería que debió montar más de un millón; y sería poco, pues los señores particulares se enterraban algunos con más de cien mill castellanos. Sin la gente tanta que metieron en su sepultura, se ahorcaron y enterraron muchas mujeres y hombres en partes diversas del reino y en todas partes se hicieron lloros por un año entero y se tresquilaron las más de las mujeres, poniéndose todas sogas de esparto; y acabado el año se vinieron a hacer sus honras. Y lo que dicen que usaban hacer no lo quiero poner, porque son gentilidades; y los chripstianos questaban en el Cuzco el año de mill y quinientos y cincuenta acuérdense de lo que vieron que se hizo por las honras y cabo de año de Paulo Inca, con se haber vuelto chripstiano, y sacarán lo que sería en tiempo del reinado de los reyes pasados, antes que perdiesen su señorío.