Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
EL SEÑORIO DE LOS INCAS



Comentario

De cómo Guayna Capac anduvo por los valles de Los Llanos y lo que hizo.


Unos de los orejones afirman que Guayna Capac desde el Quito volvió al Cuzco por Los Llanos hasta Pachacama, y otros que no pues quedó en el Quito hasta que murió. En esto, inquerido lo que es más cierto, lo porné conforme a como lo oí a algunos principales que se hallaron por sus personas con él en esta guerra; que dicen que, estando en el Quito, le vinieron de muchas partes embajadores a congratularse con él en nombre de sus tierras; que teniendo y habiendo tomado seguro y por muy pacífico a las provincias de la serranía, pensó que sería bien hacer jornada a las provincias de Puerto Viejo y a lo que llamamos Guayaquil y a los Yuncas; y, tomando su consejo con sus capitanes y principales, aprobaron su pensamiento y aconsejaron que lo pusiera por obra. Quedaron en el Quito muchas de sus gentes; con la que convino salió, y entró por aquellas tierras, en donde tuvo con algunos moradores dellas algunas refriegas; pero, al fin, unos y otros quedaron en su servicio y puestos en ellas gobernadores y mitimaes.

La Puná tenía recia guerra con Túmbez y el Inca había mandado cesar las contiendas y que le recibiesen en la Puná, lo cual Tunbalá sintió mucho, porque era Señor della; mas no se atrevió a ponerse contra el inca, antes lo recebió y hizo presentes con fingida paz; porque, como salió procurándolo con los naturales de la tierra firme trataron de matar muchos orejones con sus capitanes que con unas balsas iban a salir a un río para tomar la tierra firme; mas Guayna Capac lo supo y sobre ello hizo lo que yo tengo escripto en la Primera arte en el capítulo LIII; y hecho grand castigo, y mandando hacer la calzada o paso fuerte que llaman de Guayna Capac, volvió y paró en Túmbez, donde estaban hechos edificios y templo del sol; y vinieron de las comarcas a le hacer reverencia con mucha humildad. Fue por los valles de Los Llanos poniéndolos en razón, repartiéndoles los términos y aguas, mandándoles que no se diesen guerra y haciendo lo que en otros lugares se ha escripto. Y dicen dél que yendo por el hermoso valle de Chayanta, cerca de Chimo, que es donde agora está la ciudad de Trujillo, estaba un indio viejo en una sementera, y como oyó que pasaba el rey por allí cerca, que cogió tres o cuatro pepinos que con su tierra y todo se los llevó y le dijo: Ancha Atunapu micucampa; que quiere decir: "Muy gran Señor, come tú esto". Y que delante de los señores y más gente, tomó los pepinos y comiendo de uno de ellos dijo delante de todos, por agradar al viejo Xuylluy, mizqui cay; que en nuestra lengua quiere decir "En verdad que es muy dulce esto". De que todos recibieron grandísimo placer.

Pues pasando adelante, hizo en Chimo y en Guañape, Guarmey, Guaura, Lima y en los más valles lo quél era servido que hiciesen; y como llegase a Pachacama hizo grandes fiestas y muchos bailes y borracheras; y los sacerdotes, con sus mentiras, le decían las maldades que solían, inventadas con su astucia y aún algunas por boca del mesmo Demonio, que en aquellos tiempos. De aquí dicen algunos de los indios que subió al Cuzco, otros que volvió al Quito. En fin, sea desta vez o que haya sido primero, que va poco, él visitó todos Los Llanos y para él se hizo el gran camino que por ellos vemos hechos, y ansí, sabemos que en Chincha y en otras partes destos valles hizo grandes aposentos y depósitos y templo del sol. Y puesto todo en razón, lo de Los Llanos y lo de la sierra, y teniendo todo el reino pacífico, revolvió sobre el Quito y movió la guerra a los padres de los que agora llaman Huambracunas y descubrió a la parte del Sur hasta el río de Angasmayu.