Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
EL SEÑORIO DE LOS INCAS



Comentario

De cómo Guascar fue alzado por rey en el Cuzco, después de muerto su padre.


Como fuese muerto Guayna Capac y por él hechos los lloros y sentimiento dicho, aunque había en el Cuzco más de cuarenta hijos suyos ninguno intentó salir de la obediencia de Guascar, a quien sabían pertenecía el reino; y aunque se entendió lo que Guayna Capac mandó, que su tío gobernase, no faltó quien aconsejó a Guascar saliese con la borla en público y mandase por todo el reino como rey. Y como para las honras de Guayna Capac habían venido al Cuzco los más de los señores naturales de las provincias, pudo ser la fiesta de su coronación grande y de presto entendida y sabida y así lo determinó de hacer. Dejando el gobierno de la mesma ciudad a quien por su padre lo tenía, se entró a hacer el ayuno con la observancia que su costumbre requería. Salió con la borla muy galano y hiciéronse grandes fiestas y pusiéronse en la plaza la maroma de oro con los bultos de los Incas y, conforme a la costumbre dellos, gastaron algunos días en beber y en sus areytos; y acabados, fuéles nueva a todas las provincias y mandado del nuevo rey de lo que habían de hacer, enviando a Quito ciertos orejones y que trujesen las mujeres de su padre y su servicio.

Fue entendido por Atahuallpa cómo Guascar había salido con la borla y cómo quería que todos le diesen la obediencia; y no se habían partido de Quito ni de sus comarcas los capitanes generales de Guayna Capac y había entre todos pláticas secretas sobre que era bien procurar, por las vías a ellos posibles, quedarse con aquellas tierras de Quito sin ir al Cuzco al llamamiento de Guascar, pues era aquella tierra tan buena y a donde todos se hallaban tan bien como en el Cuzco. Algunos había entre ellos que les pesaba y decían que no era lícito dejar de reconocer el gran Inca, pues era Señor de todos. Mas Illa Tupac no fue leal a Guascar, así como Guayna Capac se lo rogó y él se lo prometió, porque dicen que andaba en tratos y secretas pláticas con Atahuallpa, que entre los hijos de Guayna Capac mostró más ánimo y valor, causado por su atrevimiento y aparejo que halló o con lo que su padre mandó, si fue verdad, que gobernase lo de Quito y sus comarcas. Este habló a los capitanes Calicuchima y Aclagualpa, Rumiñahui, el Quizquiz, Zopozopanqui y otros muchos sobre quisiesen favorecerle y ayudarle para que él fuese Inca de aquellas partes como su hermano lo era del Cuzco; y ellos y el Illa Tupac, traidor a su señor natural Guascar, pues que habiéndole dejado por gobernador hasta quél tuviese edad cumplida le negó y se ofreció de favorescer a Atahuallpa, que ya por todo el real era tenido por Señor y le fueron entregadas las mujeres de su padre, a quien él recibió como suyas, que era autoridad mucha entre estas gentes; y el servicio de su casa y lo demás que tenía le fue dado para que por su mano le fuese ordenado todo a su voluntad.

Cuentan algunos que algunos de los hijos de Guayna Capac, hermanos de Guascar y Atahuallpa, con otros orejones, se fueron huyendo al Cuzco y dieron dello aviso a Guascar; y así él como los orejones ancianos del Cuzco sintieron lo que había hecho Atahuallpa, reprobándolo por caso feo y que había ido contra sus dioses y contra el mandamiento y ordenanza de los reyes pasados. Decían que no habían de sufrir ni consentir que el bastardo tuviese nombre de Inca, antes le habían de castigar por lo por él inventado, por el favor que tuvo de los capitanes y gente del ejército de su padre; y así, Guascar mandó que se apercibiesen en todas partes y se hiciesen armas y los depósitos se proveyesen con las cosas necesarias, porque él había de hacer guerra a los traidores si juntos todos no le reconociesen por Señor. Y a los Cañares envió embajadores, esforzándoles en su amistad, y al mesmo Atahuallpa dicen que envió un orejón a que le amonestase que no intentase de llevar adelante su opinión, pues era tan mala, y a que hablase a Colla Tupac, su tio para que le aconsejase se viniese para él. Y hechas estas cosas nombró por su capitán general a uno de los principales del Cuzco, llamado Atoco.