Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
DIARIO DE A BORDO



Comentario

Lunes, 1 de octubre


Navegó su camino al Oueste. Anduvieron 25 leguas; contó a la gente 20 leguas. Tuvieron grande aguacero. El piloto del Almirante tenía hoy, en amaneciendo, que habían andado desde la Isla de Hierro hasta aquí 578 leguas al Oueste. La cuenta menor que el Almirante mostraba a la gente eran 584, pero la verdadera que el Almirante Juzgaba y guardaba eran 707.





Martes, 2 de octubre



Navegó a su camino al Oueste noche y día 39 leguas; contó a la gente obra de 30 leguas, La mar llana y buena siempre. A Dios muchas gracias sean dadas, dijo aquí el Almirante. Hierba venía del Este a Oueste, por el contrario de lo que solía. Parecieron muchos peces, matóse uno. Vieron un ave blanca que parecía gaviota.





Miércoles, 3 de octubre



Navegó su vía ordinaria. Anduvieron 47 leguas; contó a la gente 40. Aparecieron pardelas, hierba mucha, alguna muy vieja y otra muy fresca, y traía como fruta. No vieron aves algunas, y creía el Almirante que le quedaban atrás las Islas que traía pintadas en su Carta.

Dice, aquí el Almirante que no se quiso detener barloventeando la semana pasada y estos días que veía tantas señales de tierra, aunque tenía noticia de ciertas islas en aquella comarca, por no detener, pues su fin era pasar a las Indias, y si se detuviera, dice él, que no fuera bueno seso.





Jueves, 4 de octubre



Navegó a su camino al Oueste. Anduvieron entre día y noche 63 leguas; contó a la gente 46 leguas. Vinieron al navío más de cuarenta pardelas juntas y dos alcatraces, y al uno dio una pedrada un mozo de la carabela. Vino a la nao un rabiforcado y una blanca como gaviota.





Viernes, 5 de octubre



Navegó a su camino. Andarían once millas por hora. Por noche y día andarían 57 leguas, porque aflojó la noche algo el viento; contó a su gente 45. La mar bonanza y llana "A Dios, dice, muchas gracias sean dada". El aire muy dulce y templado. Hierba ninguna; aves pardelas muchas; peces golondrinos volaron en la nao muchos.





Sábado, 6 de octubre



Navegó su camino al Vueste u Oueste, que es lo mismo. Anduvieron 40 leguas entre día y noche; contó a la gente 33 leguas. Esta noche dijo Martín Alonso que sería bien navegar a la cuarta del Oueste a la parte de Sudueste, y al Almirante pareció que no. Decía esto Martín Alonso por la Isla de Cipango, y el Almirante veía que si la erraban que no pudieran tan presto tomar tierra, y que era mejor una vez ir a tierra firme y después a las Islas.





Domingo, 7 de octubre



Navegó a su camino al Oueste. Anduvieron 12 millas por hora dos horas, y después 8 millas por hora; y andarían hasta una hora de sol 23 leguas; contó a la gente 18. En este día, al levantar del sol, la carabela Niña, que iba delante por ser velera, y andaban quien más podía por ver primero tierra, por gozar de la merced que los reyes a quien primero la viese había (n) prometido, levantó una bandera en el topo del mástil, y tiró una lombarda por señal que veían tierra, porque así lo había ordenado el Almirante. Tenía también ordenado que al salir del sol y al ponerse se juntasen todos los navíos con él, porque estos dos tiempos son más propios para que los humores den más lugar a ver más lejos.

Como en la tarde no viesen tierra, la que pensaban los de la carabela Niña que habían visto, y porque pasaban gran multitud de aves de la parte del norte al Sudueste, por lo cual era de creer que se iban a dormir a tierra, o huían quizá del invierno, que en las tierras de donde venían debía que querer venir, por esto el Almirante acordó dejar el camino del Oueste, y pone la proa hacia Ouesu(du)este con determinación de andar dos días por aquella vía. Esto comenzó antes una hora del sol puesto.

Andaría(n) en toda la noche obra de cinco leguas y veintitrés del día; fueron por todas veinte y ocho leguas noche y día.