Comentario
De cómo fue jurado Nezahualcoyotzin por rey de Tetzcuco Acolhuacan y por emperador del imperio de los chichimecas, juntamente con su tío Itzcoatzin rey de México y Totoquihuatzin de Tlacopan, en quien se traspasó el reino de Atepaneco y Azcaputzalco
Había cerca de cuatro años que Nezahualcoyotzin, juntamente con el rey Itzcoatzin su tío y los demás señores sus confederados, que habían sojuzgado a la ciudad de Atzcaputzalco y casi tres años que había saqueado y castigado su reino de Acolhuacan y hecho las demás cosas referidas, cuando en el año de 1431 de la encarnación de Cristo nuestro señor que llaman nahui ácatl, le pareció ser ya tiempo que fuese jurado y recibido con la solemnidad que convenía en el imperio y lo que en tiempo de sus pasados había sido gobernado por una sola cabeza, parecióle ser mejor y más permanente que fuese gobernado por tres (los cuales fueron los reyes y señores de los tres reinos, México, Tetzcuco y Tlacopan), para lo cual lo trató y comunicó con el rey Itzcoatzin su tío, dándole las causas bastantes que para esto le movían. A Itzcoatzin le pareció muy bien lo que tenía determinado, aunque en lo de Tlacopan era de contrario parecer; lo uno, porque Totoquihuatzin no era más de un señor particular, que había estado sujeto al de Azcaputzalco y lo otro, que por el mismo caso que era de aquella casa, no convenía hacer en él semejante elección, porque no fuese que con ella se tornase a encender otro fuego que fuese mayor que el Pasado; Nezahualcoyotzin replicó, que sería gran tiranía, de todo punto acabar el reino tan antiguo de los tepanecas, de donde procedían tantos señores, caballeros y personas ilustres; demás de que se pondría la cosa en tal punto y estado que no hubiese lugar de novedades y alteraciones. Y habiendo dado y tomado sobre este caso, hubo de permanecer el voto y parecer de Nezahualcoyotzin y así juntos todos los señores mexicanos y los de la parte de Nezahualcoyotzin, fueron jurados todos tres por sucesores al imperio y cada uno de por si por rey y cabeza principal de su reino. Al de Tezcuco llamándole Acolhua Tecuhtli y dándole juntamente el título y dignidad de sus antepasados, que es llamarse Chichimécatl Tecuhtli que era el título y soberano señorío que los emperadores chichimecas tenían. A su tío Itzcoatzin se le dio el título de Colhua Tecuhtli, por la nación de los culhuas tultecas. A Totoquihuatzin se le dio el título de Tepanécatl Tecuhtli, que es el título que tuvieron los reyes de Azcaputzalco. Y desde este tiempo los que fueron sucediendo, tuvieron estos títulos y renombres, que es como los romanos emperadores llamarse Césares. Y así los tres señores imperaron todos tres el imperio de esta Nueva España hasta la venida de la santa fe católica; aunque es verdad, que siempre el de México y Tetzcuco fueron iguales en dignidad, señorío y rentas y después de los otros dos. Y para mayor claridad de esta verdad (demás de ser público y notorio), se echa de ver en un canto antiguo que llaman Xopancuícatl, que casi en todos los más de los pueblos de esta Nueva España en donde se usa hablar la lengua mexicana, lo cantan los naturales en sus fiestas y convites, ser las tres cabezas de la Nueva España los reyes de México, Tetzcuco y Tlacopan que dice así: "canconicuilotehua que on intlactícpac: conmahuicotitihuya a Tliantépetl México nican Acolihuacan Nezahualcoyotzin Motecuhzomatzin, Tlacopan on in Totoquihuatzin Yeneli ai con-piaco inipetlícpal intéotl a Ipalnemoani, etcétera" que significa conforme a su verdadero sentido: "Dejaron memoria en el universo los que ilustraron el imperio de México y aquí en Acolihuacan, los reyes Nezahualcoyotzin, Motecuhzomatzin y en Tlacopan Totoquihuatzin; de verdad que será impresa, eternizada vuestra memoria (por lo bien que juzgásteis) en el trono y tribunal de dios creador de todas las cosas, etcétera". Y así muy a la clara se ve ser las tres cabezas de esta Nueva España los tres referidos y el de Tetzcuco y México ser iguales y después de ellos Tlacopan; demás de que esto está averiguado, habiéndose hecho la jura con los ritos y ceremonias que los mexicanos usaban en la coronación de sus reyes, como en otra parte se trata y se hicieron muy grandes y solemnes fiestas.