Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
HISTORIA GENERAL DE LAS COSAS DE LA NUEVA ESPAÑA, I



Comentario

Al lector
Ruégote por Dios vivo, a quien quiera que esto leyeres, que si sabes que hay alguna cosa entre estos naturales tocante a esta materia de la idolatría, des luego noticia a los que tienen cargo del regimiento espiritual o temporal, para que con brevedad se remedie. Y haziendo esto, harás lo que eres obligado, y si no lo hizieres encargarás tu conciencia con carga de grandíssimas culpas; porque ansí como éste es el mayor de todos los pecados y más ofensivo de la divina magestad, ansí también nuestro señor Dios castiga a los que en él ofenden con mayor rigor que a ninguno de los otros pecadores. Y a los que encubren este pecado ansimismo los castiga con gravíssimos tormentos en este mundo y en el otro. No se deve de tener por buen cristiano el que no es perseguidor de este pecado y de sus autores, por medios lícitos y meritorios.





Exclamaciones del autor

¡Oh, infelicíssima y desventurada nación, que de tantos y tan grandes engaños fue por gran número de años engañada y entenebrecida, y de tan innumerables errores deslumbrada y desvanecida! ¡Oh, cruelíssimo odio de aquel capital enemigo del género humano Satanás, el cual con grandíssimo estudio procura de abatir y envilecer con innumerables mentiras, crueldades y traiciones a los hijos de Adán! ¡Oh, juicios divinos profundíssimos y rectíssimos de nuestro señor Dios! ¿Qué es esto, señor Dios, que havéis permitido tantos tiempos que aquel enemigo del género humano tan a su gusto se enseñoreasse de esta triste y desamparada nación, sin que nadie le resistiesse, donde con toda libertad derramó toda su ponzoña y todas sus tinieblas? ¿Señor Dios, esta injuria no solamente es vuestra, pero también de todo el género humano? Y por la parte que me toca, suplico a Vuestra Divina Magestad que después de haver quitado todo el poder al tirano enemigo, hagáis que donde abundó el delicto abunde la gracia, y conforme a la abundancia de las tinieblas venga la abundancia de la luz sobre esta gente, que tantos tiempos havéis permitido estar supeditada y opresa de tan grande tiranía.