Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
HISTORIA GENERAL DE LAS COSAS DE LA NUEVA ESPAÑA, I



Comentario

Capítulo 6
Al sexto mes llamavan etzalcualiztli. En el primero día de este mes hazían fiesta a los dioses de la pluvia; a honra de estos dioses ayunavan los sacerdotes de estos dioses cuatro días antes de llegar a su fiesta, que son los cuatro postreros días del mes pasado.





Etzalcualiztli

Para la celebración de esta fiesta los sátrapas de los ídolos y sus ministros ivan por junças a Citlaltépec, que se hazen muy grandes y muy hermosas en un agua que se llama Temilco; de allí las traían a México para adornar los cues; por el camino donde venían nadie parecía; todos los caminantes se abscondían de miedo de ellos, y si con alguno encontravan, tomávanle cuanto traía hasta dexalle en pelo, y si se defendía, maltratávanle de tal manera que le dexavan por muerto. Y aunque llevasse el tributo para Motecuçoma se le tomavan; y por esto ninguna pena les davan, porque por ser ministros de los ídolos tenían libertad para hazer estas cosas y otras peores sin pena ninguna. Otras muchas cerimonias hazían los sátrapas del templo en estos cuatro días que están a la larga puestas en la historia de esta fiesta.

Allegada la fiesta de etzalcualiztli, todos hazían una manera de puchas o poleadas que se llama etzalli -comida delicada a su gusto-; todos comían en su casa y davan a los que venían, y hazían mil locuras en este día.

En esta mesma fiesta, a los ministros de los ídolos que havían hecho algún defecto en el servicio de ellos, castigávanlos terriblemente en el agua de la laguna, tanto que los dexavan por muertos, y assí los dexavan allí a la orilla del agua. De allí los tomavan sus padres o parientes y los llevavan a sus casas medio muertos.

En este mismo mes matavan muchos cativos y otros esclavos, compuestos con los ornamentos de estos dioses llamados tlaloques, por cuya honra los matavan en su mismo cu. Los coraçones de estos que matavan ívanlos a echar en el remolino o sumidero de la laguna de México, que entonces se vía claramente; otras muchas cerimonias se hazían.



Capítulo 7

Al séptimo mes llamavan tecuilhuitontli. En el primero día de este mes hazían fiesta a la diosa de la sal que llamavan Uixtocíoatl; dezían que era hermana mayor de los dioses tlaloques; matavan a honra de esta diosa una muger compuesta con los ornamentos que pintavan a la misma diosa.





Tecuilhuitontli

La vigilia de esta fiesta cantavan y dançavan todas las mugeres, viejas y moças y muchachas; ivan asidas de unas cuerdas cortas que llevavan en las manos, la una por el un cabo y la otra por el otro. A estas cuerdas llamavan xochimécatl.

Llevavan todas guirnaldas de axenxos de esta tierra que se llama iztáuhyatl; guiávanlas unos viejos, y regían al canto; en medio de ellas iva la muger que era la imagen de esta diosa, y que havía de morir adereçada con ricos ornamentos.

La noche antes de la fiesta velavan las mugeres con la misma que havía de morir, y cantavan y dançavan toda la noche; venida la mañana adereçávanse todos los sátrapas y hazían un areito muy solemne; y todos los que estavan presentes al areito tenían en la mano aquellas e flores que se llaman cempoalxóchitl. Assí bailando llevavan muchos cativos al cu de Tláloc, y con ellos a la muger que havía de morir, que era imagen de la diosa Uixtocíoatl. Allí matavan primero a los captivos, y después a ella.

Otras muchas cerimonias se hazían en esta fiesta, y también gran borrachería, todo lo cual está a la larga puesto en la historia de esta fiesta.



Capítulo 8

Al octavo mes llamavan uei tecuílhuitl. En el primero día de este mes hazían fiesta a la diosa llamada Xilonen -diosa de los xilotes-. En esta fiesta davan de comer a todos los pobres, hombres y mugeres, niños y niñas. A honra de esta diosa matavan a una muger a diez días de este mes compuesta con los ornamentos con que pintavan a la misma diosa.





Uei tecuílhuitl

Davan de comer a hombres y mugeres, chicos y grandes, ocho días continos antes de la fiesta. Luego muy de mañana dávanles a bever una manera de maçamorra que llaman chienpinolli; cada uno bevía cuanto quería, y al mediodía poníanlos todos por orden en sus rencleras, sentados, y dávanlos tamales.

El que los dava, dava a cada uno cuantos podía abarcar con una mano, y si alguno se desmandava a tomar dos vezes, maltratávanle y tomávanle los que tenía, y ívase sin nada. Esto hazían los señores por consolar a los pobres, porque en este tiempo ordinariamente hay falta de mantenimientos.

Todos estos ochos días bailavan y dançavan, haziendo areito hombres y mugeres, todos juntos, todos muy ataviados con ricas vestiduras y joyas; las mugeres traían los cabellos sueltos; andavan en cabello bailando y cantando con los hombres; començava este areito en poniéndose el sol, y perseveravan en él hasta hora de las nueve. Traían muchas lumbreras como grandes hachas de tea, y havía muchos braseros o hogueras que ardían en el mismo patio donde bailavan. En este baile o areito andavan travados de las manos, o abraçados, el braço del uno asido del cuerpo, como abraçado, y el otro asimismo del otro, hombres y mugeres.

Un día antes que matassen a la muger que havía de morir a honra de la diosa Xilonen, las mugeres que servían en el cu, que se llamavan cioatlamacazque, hazían areito en el patio del mismo cu, y cantavan los loores y cantares a esta diosa. Ivan todas rodeadas de la que havía de morir, que iva compuesta con los ornamentos de esta diosa. De esta manera, cantando y bailando, velavan todas la noche precedente al día en que havía de morir.

Y en amaneciendo todos los nobles y hombres de guerra hazían areito en el mismo patio, y con ellos bailava también la muger que havía de morir con otras muchas mugeres adereçadas como ella. Los hombres ivan por sí, bailando delante, y las mugeres ivan tras ellos. Desque todos assí bailando llegavan al cu, donde havía de morir aquella muger, subíanla por aquellas gradas arriba; llegada arriba, tomávala uno a cuestas, espaldas con espaldas, y estando assí, la cortavan la cabeça y luego la sacavan el coraçón y le ofrecían al sol; otras muchas cerimonias se hazían en esta fiesta.



Capítulo 9

Al nono mes llamavan tlaxochimaco. El primero día de este mes hazían fiesta a honra del dios de la guerra llamado Uitzilopuchtli; ofrecíanle en ella las primeras flores de aquel año.

Tlaxochimaco

La noche antes de esta fiesta ocupávanse todos en matar gallinas y perros para comer, en hazer tamales y otras cosas concernientes a la comida. Luego de mañanita el día de esta fiesta, los sátrapas de los ídolos componían con muchas flores a Uitzilopuchtli, y después de compuesta la estatua de este dios componían las estatuas de los otros dioses con guirnaldas y sartales y collares de flores, y luego componían todas las otras estatuas de los calpules y telpuchcales; y en las casas de los calpisques y principales y maceguales todos componían las estatuas que tenían en sus casas con flores.

Compuestas las estatuas [de] todos los dioses, luego començavan a comer aquellas viandas que tenían aparejadas de la noche pasada, y dende a un poco después de comer començavan una manera de baile o dança en la cual los hombres nobles con mugeres, juntamente bailavan asidos de las manos y abraçados los unos con los otros, echados los braços sobre el cuello el uno del otro; no dançavan a manera de areito, ni hazían los meneos como en el areito, sino ivan paso a paso al son de los que tañían y cantavan, los cuales estavan todos en pie, apartados un poco de los que bailavan, cerca de un altar redondo que llaman momuztli.

Durava este cantar hasta la noche, no sólo en los patios de los cues, pero en todas las casas de principales y maceguales; tañían y cantavan con gran bozería hasta la noche, y los viejos y viejas bevían el uctli, pero ningún mancebo ni moça lo bevía, y si alguno lo bevía, castigávanlos reziamente; otras muchas cerimonias se hazían en ésta que está a la larga, etc.



Capítulo 10

Al décimo mes llamavan xócotl uetzi. En el primero día de este mes hazían fiesta al dios del fuego llamado Xiuhtecutli o Iscoçauhqui; en esta fiesta echavan en el fuego vivos muchos esclavos atados de pies y manos, y antes que acabasen de morir los sacavan arrastrando del fuego para sacar el coraçón delante de la imagen de este dios.





Xócotl uetzi

Durante la fiesta de tlaxochimaco ivan al monte, cortavan un árbol de altura de veinte y cinco braças y traíanle arrastrando hasta el patio de este dios. Allí le escamondavan y le levantavan enhiesto, y estava assí enhiesto hasta la vigilia de la fiesta; entonce le tornavan a echar en tierra con mucho tiento y con muchos pertrechos para que no diesse golpe. La vigilia de esta fiesta, bien de mañana, venían muchos carpinteros con sus herramientas y mondávanle y hazíanle muy liso. Después de mondado y haverle compuesto con muchas maneras de papeles, atávanle sogas y otros mecates y levantávanle con muchas bozes y muchos estruendos, y afixávanle muy bien.

Desque la viga o árbol estava levantada y adornada con todos sus aparejos, luego los que tenían esclavos para echar en el fuego, vivos, adereçávanse con sus plumajes y atavíos ricos, y teñíanse el cuerpo de amarillo que era la librea del fuego; y llevando sus captivos consigo, hazían areito todo aquel día hasta la noche.

Después de haver velado toda aquella noche los captivos en el cu, y después de haver hecho muchas cerimonias con ellos, empolvorizávanlos las caras con unos polvos que llaman yiauhtli para que perdiessen el sentido y no sintiessen tanto la muerte; atávanlos los pies y las manos, y assí atados poníanlos sobre los hombros y andavan con ellos como haziendo areito enrededor de un gran fuego y gran montón de brasa. Ansí andando, ívanlos arrojando sobre el montón de brasas, agora uno, y desde a un poco otro; y el que havían arrojado dexávanle quemar un buen intervalo, y aún estando vivo y basqueando sacávanle fuera arrastrando con cualque garavato, y echávanle sobre el taxón y, abierto el pecho, sacávanle el coraçón; de esta manera padecían todos aquellos tristes cativos.

Estava el árbol atado con muchas sogas de lo alto, como la jarcia de la nao está pendiente de la gavia; en lo alto de él estava en pie la imagen de aquel dios hecha de masa que llaman tzoalli. Acabado el sacrificio ya dicho, arremetían con gran impetu todos los mancebos; otras muchas cerimonias hazían según a la larga está escripto adelante en esta fiesta.