Comentario
Capítulo veinte y tres
Del duodécimo signo, llamado ce cuetzpali y de su ventura. Dezían que los que nacían en este signo eran nervosos, enxutos, sanos, de buena carnadura, diligentes, bividores. Las casas subjectas, la cuarta y quinta y sexta y nona, universalmente las tenían por mal afortunadas en todos los signos; la segunda y octava por indiferentes
El duodécimo signo, llamado ce cuetzpalin, que quiere dezir "lagartija", dezían que los que nacían en este signo serían muy esforçados y nervosos, y sanos del cuerpo, y que las caídas no les empecerían, como ni empecen a la lagartija cuando cae de alto abaxo, que ningún daño siente, sino luego se va corriendo. Estos tales serían muy grandes trabajadores y con facilidad allegarían riquezas.
La calidad de todas las otras casas ya está dicho arriba en los signos passados, que son buenas o malas conforme al número en que caen. La segunda casa de este signo es ume cóatl; la tercera es ei miquiztli; la cuarta naui máçatl; la quinta macuilli tochtli; la sexta chicuacen atl; la séptima chicome itzcuintli; la octava chicuei oçumatli; la nona chicunaui malinalli; la décima matlactli ácatl; la undécima matlactlioce océlutl; la duodécima matlactlomome cuauhtli; la terciadécima matlactlomei cozcacuauhtli.