Comentario
LIBRO QUINTO
Que trata de los agüeros y prenósticos que estos naturales tomavan de algunas aves, animales y savandixas para adivinar las cosas futuras
Prólogo
Como con apetito de más saber, nuestros primeros padres merecieron ser privados del original saber que les fue dado y caer en la noche muy escura de la ignorancia en que a todos nos dexaron, no haviendo aún perdido aquel maldito apetito, no cesarnos de porfiar, de querer investigar, por fas o por nefas, lo que ignoramos, ansí cerca de las cosas naturales como cerca de las cosas sobrenaturales. Y aunque para saber muchas cosas de éstas tenemos caminos muchos y muy ciertos, no nos contentamos con esto, sino que por caminos no lícitos y vedados procuramos de saber las cosas que Nuestro Señor Dios no es servido que sepamos, como son las cosas futuras y las cosas secretas. Y esto a las vezes por vía del demonio, a las vezes conjecturando por los bramidos de los animales o garridos de las aves o por el aparecer de algunas savandijas. Mal es éste que cundió en todo el humanal linaje; y como estos naturales son buena parte de él, cúpolos harta parte de esta enfermedad. Y porque para cuando, llagados de esta llaga, fueren a buscar medicina y el médico los pueda fácilmente entender, se ponen en el presente libro muchos de los agüeros que estos naturales usavan y, a la postre, se trata de diversas maneras de estantiguas que de noche los aparecían.