Comentario
Capítulo 24
En que se pone lo que hazían cuando la rezién casada se sentía preñada
Después que ya la rezién casada se siente preñada, házelo saber a sus padres, y luego aparejan comida y bevida, y flores olorosas, y cañas de humo. Y luego combidan y juntan a los padres y madres del casado y de la casada con los principales del pueblo, y todos juntos comen y beven. Después de haver comido y bevido, pónese en medio de todos un viejo de parte del casado, asentado en coclillas, y dize de esta manera: "Oíd todos los que estáis aquí presentes. Por el mandamiento de nuestro señor, que está en todo lugar, quiero deziros algunas palabras rústicas y groseras a vosotros, nuestros afines y señores, pues que aquí os ha juntado nuestro señor, el cual se llama Yoalli Ehécatl, quiere dezir 'tiniebla y aire' y que está en todo lugar, el cual os ha dado vida hasta estos días, que sois sombra y abrigo, y sois como un árbol que se llama púchotl, que haze gran sombra, y como el árbol que se llama auéuetl, que asimesmo a su sombra se abrigan los animales. De esta manera sois, señores, abrigadores y amparadores de todos los menores y gente baxa que moran en las montañas y en los páramos; abrigáis assimismo a los pobrezitos soldados y gente de guerra, porque os llaman y tienen por padres y por sus consoladores. Por ventura tenéis trabajos y algunos desasosiegos, y os damos pena y os embaraçamos para entender en muchos negocios en que os ocupa nuestro señor, y también os ocupan los oficios de la república de que estáis encargados. Por ventura os seremos penosos con nuestra palabras con que os queremos saludar y hablar cerca de vuestros oficios y govierno. Oíd pues, señores, que estáis presentes y todos los demás que aquí estáis, viejos y viejas y canos y canas, sabed que nuestro señor ha hecho misericordia, porque la señora N, moça y rezién casada, quiere nuestro señor hazerla misericordia y poner dentro de ella una piedra preciosa y una pluma rica, porque ya está preñadilla la muzuela. Parece que nuestro señor ha puesto dentro de ella una criatura. Pues ¿qué será agora la voluntad de nuestro señor, si merecerá este mancebo gozar de la merced de nuestro señor, y vuestra hija N, si será merecedora por ventura de que venga a luz lo que ha concebido? Y los viejos de adonde ellos vienen, que ya son defunctos, que vivieron en este mundo algunos pocos días, los viejos y viejas que ya están en su recogimiento en la cueva y en el agua, en el infierno, donde están descansando y no se acuerdan de lo que acá pasa, porque fueron para nunca más bolver, ni tarde ni temprano nunca más los veremos, pluguiera a dios que esto acontesciera en su presencia para que oyérades las palabras de vuestra salutación de su boca. Agora no hay viejos que autoricen, ni canas que resplandescan. ¿Quién os podrá saludar? ¿Quién pronunciará en vuestra presencia algunas palabras dignas de ser oídas? Pues agora lo que se dize en vuestra presencia, señores, es una manera de tartamodear y de barbarizar, sin orden y sin concierto, que se ofrece a vuestras orejas. No dudamos sino que nuestro señor quiere dar un hijo o hija a vuestros hijos pobrezitos. Sólo esto he dicho, y sólo esto havéis oído. Descansad y holgad en prosperidad y bienaventurança'.
Cuando oran siempre son dos oradores los que hablan. El segundo viejo orador dize lo que sigue:
"Hijos míos y señores, no queremos daros fastidio ni causaros dolor de cabeça y de estómago; no queremos seros ocasión de alguna mala disposición. Ya havéis oído y entendido dos o tres palabras, y es que nuestro señor dios, que en todo lugar reside, quiere dar fructo de generación a la muzuela rezién casadilla. Hágase la voluntad de nuestro señor. dios. Esperemos lo que él quiere hazer. Reposad y holgad, hijos míos y señores míos'.
Aquí responde el que es saludado, o alguno en su nombre. Dize ansí:
"Seáis muy dichosos y prósperos lo que aquí havéis venido, siendo embiados por nuestro señor, que está en todo lugar. Por ventura diré algunas cosas que no son de regocijo y de amistad, por ventura algunas cosas de lloro y lágrimas, aquí donde nos ha juntado nuestro señor, que está en todo lugar. Aquí havemos oído agora cosas muy delicadas y muy preciosas, dignas de ser tenidas en mucho, y que no somos dignos de oírlas ni verlas. Por cierto, más convenía que las oyeran los viejos y viejas, los canos y canas. Y éstos ¿cómo los podremos traer aquí, que ya son muertos, ya son idos a la cueva del agua? Nuestro señor los llevó para sí. Estos fueron nuestros antepasados, los cuales fueron sombra y abrigo. Fueron assí como unos grandes árboles que se llaman púchotl y auéuetl, debaxo de cuya sombra se ampararon los que entonce vivían, los cuales no ascondieron sus manos y sus pies debaxo de sus mantas, sino que extendieron sus alas y sus colas para amparar con diligencia a sus súbditos y basallos, parientes y amigos, los cuales fueron el señor N y la señora N. Pluguiera a dios que este negocio acontesciera en su presencia y viviendo ellos. Oxalá ellos huvieran oído y sabido esta obra tan maravillosa que nosotros oímos y entendemos agora, que nuestro señor quiere hazer en nuestra presencia, que nos quiere dar una piedra preciosa y una pluma rica. Esto es la criatura que nuestro señor ha començado a poner en el vientre de esta mozuela rezién casada. Y si ellos esto vieran y oyeran, no hay duda sino que lloraran de plazer, y hizieran muchas gracias por este gran beneficio. Pero nuestro señor, que está en toda parte, nos ha dexado de esta manera en esta pobreza, que ni hay viejos ni personas que puedan satisfacer en semejantes casos. ¿Quién podrá llorar, y quién podrá dolerse? ¿Quién podrá suficientemente admirarse de lo que passa? No hay otros sino los que agora tenemos cargo y governamos, que somos como muchachos de poco saber y de poco valor, que no hazemos cosa a derechas; todo lo desperdiciamos, todo lo dañamos. ¿Quién os podrá responder? ¿Quién podrá llorar en respuesta de lo que havéis dicho? Si fuera en presencia de vuestros padres que aquí havemos nombrado y nos havemos acoerdado de su antigüedad y saber, ellos por cierto hovieran suficientemente respondido a lo que havéis dicho y no con pocas lágrimas se maravillaran de lo que havéis orado. Pero por falta de ellos, nosotros, pobres y menguados de saber, diremos algunas pocas palabras imperfectas y bárbaras, como balvuciendo y sin orden y sin modo, para responder a lo que havéis dicho. Lo que agora al presente se ofrece es que nuestro señor, que está en todo lugar, ha abierto el cofre y la caxa de sus misericordias, que sólo él las posee. Por ventura merecemos, o merecerán nuestros padres, que ya son pasados de este mundo, y nuestro señor los ha quitado de sobre la tierra y les ha puesto en el lugar del obscuridad, que ni tiene ventana ni por donde le entre luz, por ventura florescerá y brotará lo que ellos dexaron plantado, assí como maguey que dexaron plantado profondamente, que fue el desseo que tuvieron que se multiplicase su generación. No sabemos la joya o joel o sartal de flores con que ha adornado nuestro señor a esta mozuela, porque la merced que nos ha hecho nuestro señor está en ella abscondida como en un cofre. Por ventura no mereceremos ni seremos dignos de verla y gozarla; por ventura será como sueño que se pasa en vano. O si por ventura nuestro señor agora tendrá por bien de sacar a luz esta fiesta y esta maravilla, saldrá por ventura al mundo aquello con que está esta moça adornada, y el don que se le ha dado, cualquiera que él es, hembra o varón. Por ventura ¿será possible que le veamos, o se pasará como sueño? Y porque pienso que con mi prolixidad ofendo vuestras cabeças y vuestros estómagos, dando pena, paréceme lo más acertado que callemos y oremos a dios, y esperemos en su misericordia. Por ventura mereceremos que venga a luz esta criatura, o por ventura en su ternura la perderemos si por ventura no saliere a luz ni naciere en este mundo. Y ansí, no quiero dezir más, sino que ruego a nuestro señor, que está en todo lugar, que dé reposo a vuestros huessos y a vuestro cuerpo con todo contento".
Después de esto, el orador endereça sus palabras a la preñada, y si es muger noble, dízela de esta manera.