Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
HISTORIA GENERAL DE LAS COSAS DE LA NUEVA ESPAÑA, I



Comentario

Capítulo 28
De las diligencias que hazía la partera llegada la hora del parto para que la preñada pariese sin pena, y de los remedios que la aplicava si tenía mal parto, donde hay cosas bien gustosas de leer

Llegado el tiempo del parto llamavan a la partera, y los hijos y hijas de los señores y nobles, y de los ricos y mercaderes, cuatro o cinco días ante que pariese la preñada estava con ellos la partera, aguardando y esperando a que llegase la hora del parto y a cuando començarían los dolores del parto. Y ellas mismas, según se dize, hazían la comida para la preñada. Y cuando ya la preñada sentía los dolores del parto, luego davan un baño. Y despúes del baño, dávanla a bever la raíz de una yerva molida que se llama cioapatli, que tiene virtud de impeler o rempujar hazia fuera a la criatura.

Y si los dolores eran rezios aún todavía, dávanla a bever tanto como medio dedo de la cola del animal que se llama tlacuatzin, molida. Con esto paría fácilmente, porque esta cola de este animal tiene gran virtud para espeler y hazer salir la criatura. Tiene esta carne y cola de este animal tan fuerte virtud de espeler, que una vez un perro a hurtas comió uno de estos animalejos, que se llama tlacuatzin, y luego echó el perro por el sienso todas las tripas y todos los hígados, que no le quedó nada en el cuerpo. De la misma manera, si alguno comiesse o beviesse molido una cola entera de uno de estos animales, luego echaría por baxo todos los entestinos.

Y si después de haver bevido la preñada las dos cosas arriba dichas no paría, luego la partera y los que estavan con ella tomavan conjectura que havía de morir la que estava de parto, y començava a llorar. Y la partera començava a dezir: "Hijos míos y hijas, ¿que es la voluntad de nuestro señor que nos ha de acontescer agora? Muy peligroso está este negocio. Roguemos a nuestro señor, que está en todo lugar, que ninguna cosa nos ayuda". Y luego la partera levantava en alto a la preñada, tomándola con ambas manos por la cabeça, meneávala y dávala en las espaldas o con las manos o con los pies, y dezíala de esta manera: "Hija mía, esfuérçate. ¿Qué te haremos? No sabemos ya qué te hazer. Aquí están presentes tu madre y parientas. Mira que tú sola has de hazer este negocio. Haz fuerça en el caño de la madre para que salga la criatura. Hija mía muy amada, mira que eres muger fuerte. Esfuérçate y haz como muger varonil; haz como hizo aquella diosa que parió primero, que se llama Cioacóatl y Quilaztli". Esta es Eva que es la muger que primero parió.

Y si passava un día y una noche que no paría la paciente, luego la metían en el baño, y en el baño la palpava la partera y le endereçava la criatura. Si por ventura se havía puesto de lado o atravesada, endereçávala para que saliesse derechamente. Y si esto no aprovechava, y si con todo esto no podía parir, luego ponían a la paciente en una cámara cerrada, con sola la partera que estava con ella. Y allí la partera orava y dezía muchas oraciones, llamando a la diosa que se llama Cioacóatl y Quilaztli (que dezimos ser Eva), y también llamava a la diosa que se llama Yoaltícitl, y también llamava a otras no sé qué diosas.

Y la partera que era hábil y bien diestra en su oficio, cuando vía que la criatura estava muerta dentro de su madre, por ver que no se meneava y que la paciente estava con gran pena, luego metía la mano por el lugar de la generación a la paciente y con una navaja de piedra cortava el cuerpo de la criatura y sacávalo a pedaços.