Comentario
En el año 179 a.C. tuvo lugar la Batalla de Mons Chaunus, probablemente el Moncayo, entre el ejército de Roma y el ejército celtíbero. Esta batalla supuso el final del levantamiento celtibérico.
El ejército romano, bajo el mando de Tiberio Sempronio Graco, derrotó a los celtíberos, causándoles cerca de 22.000 bajas. Tras la batalla, se acordaron unos tratados de paz entre Roma y los celtíberos. Mediante estos tratados, conocidos como los Tratados de Graco, se establecieron una serie de cláusulas que favorecían a Roma. Estas cláusulas incluían el pago de un tributo anual por parte de las poblaciones sometidas, la aportación de contingentes a las tropas romanas, y la prohibición de amurallar ciudades. Fue esta última cláusula la que provocó el inicio de las Guerras Celtibéricas, cuando la ciudad de Segeda comenzó a levantar su muralla, en el año 154 a.C.