Una de los rasgos que pueden señalarse de la historia de la Filipina Democrática es el hecho de que en sus sesenta años de vida independiente ha tenido dos mujeres rigiendo los destinos del país. Este dato resulta relevante si se tiene en cuenta que no muchos países de la Europa democrática o Estados Unidos pueden envanecerse de ello. También es una muestra del papel que juega la mujer filipina en la mente de sus contemporáneos.
Corazón Aquino -Cory Aquino- fue la primera mujer presidente de Filipinas de la etapa democrática. Fue ella la que lideró -tras el asesinato de su marido, Ninoy Aquino-, la oposición política al presidente Marcos. Ferdinand Marcos se había perpetuado en el poder desde 1965 mediante elecciones fraudulentas.
Cory Aquino había sido educada en prestigiosas universidades americanas y tuvo que vivir varios años en Estados Unidos al acompañar a su marido en el exilio. El presidente Marcos atrajo a Ninoy Aquino de nuevo al país prometiéndole entablar negociaciones. Acudió aún a sabiendas de que se trataba de una trampa y efectivamente fue asesinado en el mismo aeropuerto de Manila. Su mujer toma el relevo y va ganando cada vez más partidarios.
El 7 de febrero de 1986 el presidente Marcos convoca unas elecciones presidenciales. Corazón Aquino se presenta a petición de sus seguidores, avalada su candidatura por la firma de un millón de personas. Sin embargo, una vez más, Marco ganó las elecciones. Cory Aquino dispuesta a desenmascarar el fraude convocó una manifestación a la que acudieron una masa importante de la población filipina y propuso una campaña de desobediencia civil que implica no pagar impuestos, boicotear las empresas de Marcos y de sus colaboradores, etc.
Por su parte, el presidente electo, Ferdinand Marcos, envió emisarios a varios países para convencer a sus gobiernos de que ha vencido en unas elecciones legítimas. Las hijas de los ex-presidentes recorren las embajadas extranjeras en Manila para convencerles de lo contrario. Al mismo tiempo, el Ministro de Defensa y el Jefe del Estado Mayor se declaran en rebeldía contra el gobierno del presidente Marcos, refugiándose en el campamento Aguinaldo el 22 de febrero de 1986.
El presidente trató de capturarlos. Convocados por el cardenal Sin el pueblo filipino se lanzó a la calle para defender a los rebeldes sin más armas que el rosario con los sacerdotes y religiosas a la cabeza. La mayor parte de las tropas enviadas acabaron uniéndose a los más de dos millones allí reunidos.
Ante el masivo apoyo de la población, el 25 de febrero de 1986 Corazón Aquino y Salvador H. Laurel juran sus cargos. También lo hace Marcos en otro lugar rodeado de un pequeño número de seguidores, pero ante la tensa situación decide salir del país con su familia ese mismo para exilarse en Estados Unidos.
Estatua de Corazón Aquino
Restablecida la normalidad, la Presidenta Aquino cumple sus promesas: se desmantela el anterior aparato gubernamental, se reorganiza la judicatura y el cuerpo legislativo. Se designa también a cincuenta personas, encabezados por la Magistrado Cecilia Muñoz-Palma, para redactar una nueva Constitución, que es aprobada por la Presidente el 15 de octubre de 1986 y ratificada en referéndum el 2 de febrero de 1957.
Uno de los mayores trances que sufrió este gobierno es la serie de golpes de estado: 7 de julio de 1986; noviembre 1986; enero 1987; agosto 1987 y diciembre de 1989. La opinión mundial duda de la estabilidad política del gobierno de Aquino, pero lo cierto es que todos esos alzamientos se frustraron en muy poco tiempo y sin derramamiento de sangre.
El 11 de mayo 1992 se convocan elecciones presidenciales. Existe una demanda generalizada de que la Presidenta se presente a la reelección, aunque esto suponga enmendar la Constitución. Aquino se niega. Considera que asumió la presidencia para restaurar la vida democrática, elaborar una constitución respetuosa de los derechos humanos y convocar unas elecciones. Los objetivos que se había propuesto se han cumplido y desea ceder el testigo a otros. La persona que sale elegida en las elecciones es Fidel Ramos, uno de los Generales que se había rebelado contra la tiranía de Marcos.
En el gobierno de Corazón Aquino había entrado una mujer que sería una futura presidente del país. Gloria Macapagal-Arroyo llevaba en la sangre la vocación política pues su padre, Dionisio Macapagal había sido presidente de Filipinas en el período 1961-1965. Una hermana de Gloria, Cielo Macapagal-Salgado también ejerció diversas funciones políticas. Fue vice-gobernadora de la Pampanga en dos períodos en 1988 - 1992 y 1995 - 1998 y Presidente del Banco Nacional de Filipinas desde 1999 hasta la actualidad.
Fue nombrada Directora de la Junta de Exportación de Manufacturas Textiles. Su buena actuación le valió la designación como titular de una de las subsecretarías del Departamento de Comercio e Industria. Sin embargo, salió del ejecutivo en el mes de junio de 1992, cuando Fidel Ramos sustituyó a Aquino en la presidencia. Siguió su carrera política como senadora por el partido de corte conservador Lucha por unas Filipinas Democráticas (LDP). En agosto de 1994 se alió con el partido del presidente Ramos, Poder Popular-Unión Nacional de Democristianos (LE-NUCD) de tendencia centrista.
En las elecciones legislativas del 8 de mayo de 1995, Macapalag sale reelegida como senadora. Pero las principales luchas que tuvo que afrontar fueron en el seno de su propio partido, lo que le decidió crear su propio partido, Asociación de Ciudadanos Filipinos (KAMPI), que pactó con el LE-NUCD y con los Demócratas Musulmanes Unidos de Filipinas (UMDP). Fue designada entonces vicepresidenta de la coalición y candidata a la vicepresidencia del país en las elecciones del 11 de mayo de 1998, puesto que alcanzó y ejerció bajo la presidencia de Joseph Estrada.
El 20 de enero de 2001, tras la grave crisis social y económica del gobierno, y por razón de su cargo de vicepresidenta, se convertía en el 12º presidente del país con mandato hasta 2004. Posteriormente fue reelegida por seis años más. A finales de mes de febrero de 2006 se enfrentó a un golpe de estado -que implicaba a miembros del ejército, opositores políticos y población civil, pero logró evitar sus consecuencias.