Comentario
Hemos señalado en diferentes ocasiones la falta de historia comparada con otros países europeos, en relación con la primera época franquista. Por el contrario, tenemos la suerte de conocer -nos parece muy interesante-, el excelente trabajo de Paloma Domínguez Prats, recogido en varias publicaciones dedicadas al estudio de la vida de las mujeres exiladas, las de la otra España, una vez que se establecieron establemente en México, en su mayoría, después de su paso por Francia, a donde emigraron en un primer momento por razones de cercanía, inmediatez, facilidad, etc.
En las lúcidas conclusiones de su autora, que reflejamos a continuación, observamos que la vida de las españolas mexicanas apenas difería de la de las españolas del franquismo: en lo que permanecía y en lo que cambiaba, todo seguía tiempos e inercias similares. Ni tan violenta guerra como fue la española, entre posturas aparentemente tan extremas, pudo apenas marcar diferencias inmeditas con la situación anterior. Los extremos, afortunadamente para la Historia, son minoritarios, si bien unos pocos que los encarnen pueden llevar la violencia a toda la sociedad, como pasó entonces.