Comentario
En el año 1077 el reino de Pagán se extendía por casi toda la actual Birmania. De entre los sucesores de Anawartha destaca su hijo Kyansitha (1086-1112), rey piadoso, se preocupó por la protección de los môns y su cultura, benefició al budismo e hizo levantar artísticos templos entre los que destaca el de Ananda, la obra maestra del arte birmano. Su nieto Alaungsithu (1113-1167) fue un gran viajero, que llego a conocer todas las provincias de su reino, facilitó el comercio a base de normalizar las pesas y medidas, y controlar las principales rutas, pero murió asesinado por uno de sus propios hijos, hecho que inició un periodo de inestabilidad política, hasta que el nuevo rey Narapatisithu (1173-1210) supo calmar las discordias, realizó grandes obras de irrigación, no sin la feroz oposición de los jefes locales, y restableció el culto budista, muy dañado en la época de los desórdenes civiles anteriores mandando construir los grandes templos de Sulamani y Gawdawpahm, en Pagán. Su hijo y sucesor Htilominlo (1210-1234) fue el último de los grandes constructores de Pagán y un gran impulsor de la vida monástica que favoreció una numerosa literatura de inspiración búdica en lengua môn, birmana y pali. Gran parte de los asuntos de Estado los trasladó a un consejo formado por sus cuatro hermanos, y que fue el precedente del Gran Consejo que sería después tradicional en el gobierno real birmano.
La decadencia del Imperio de Pagán se inicia durante el reinado de Kyaswa (1234-1250), hijo de Htilominlo, debido a la ruina del tesoro real al tener que hacer fuente a una serie de sublevaciones y sobre todo a las incursiones mongoles, que paralizaran en parte los intercambios comerciales con China y la India. La ruina del Imperio se fue acentuando por la piedad ostentosa de ciertos reyes, como Narathihapati (1254-1287), de conducta brutal y totalmente arbitraria que se empeñaron en la construcción de grandes pagodas como la de Mingalazedi. Desde 1271 Kubilai Khan exigió tributo a la Monarquía birmana, cuyo soberano hizo matar a los mensajeros mongoles; pocos años después, en 1277, el ejército mongol derrotó a los birmamos, y de nuevo en 1283, hechos que contribuyeron a la disgregación del Reino de Pagán al facilitar la independencia de pueblos como los môns. Se inició una época de desorden que fue aprovechada por Timur, nieto de Kublai Khan, que tomó y arrasó Pagán, si bien colocó como rey nominal a un príncipe birmano, Kyawswa, quien obligado a convertirse en bonzo, fue asesinado por los shans, que también devastaron Pagán y exterminaron a los chinos allí asentados. Una expedición militar china colocó en el nominal trono de Pagán a un nieto del asesinado rey Kyawswa, Uzana (1325-1369), último rey de la dinastía de Anawartha que reinó en Pagán. Mientras la descomposición del territorio permitió la aparición de pequeños reinos, como el de Taungu, que acogió a birmanos y shans que huían del desorden y la anarquía.