Época: Vida cotidiana
Inicio: Año 1000
Fin: Año 1500

Antecedente:
Vida cotidiana en la Plena y Baja Edad Media



Comentario

El espacio de las gentes medievales era muy limitado. Cuando los cronistas hacen referencia a la "tierra" sólo aluden a la Europa cristiana dependiente del pontificado romano. Fuera de este ámbito espacial estaba el Imperio Bizantino y el Islam y a partir de ahí los territorios eran bastante mal conocidos, mezclándose fábula con escasas dosis de realidad. Las noticias del Lejano Oriente llegaban a través de la Ruta de la Seda, contactos muy indirectos y limitados. Africa y buena parte de Asia serían casi desconocidas para Europa.
La mayoría de la población medieval no salía de su entorno más cercano durante toda su vida. Tenemos que considerar la definición de proximidad en la época medieval, relacionada con la distancia que se podía recorrer a pie entre la salida y la puesta del sol, considerando en ese tiempo transcurrido tanto la ida como la vuelta. El ámbito de relación sería, por lo tanto, local. La movilidad aumenta a partir del año 1000 cuando se produce un aumento de la seguridad en las vías de comunicación. Entre los culpables del aumento de esta movilidad encontramos el desarrollo de las peregrinaciones, especialmente a Santiago a través de la Ruta Jacobea. La puesta en marcha del Camino de Santiago por el que peregrinos de toda Europa llegarán a la costa atlántica, traerá consigo el aumento de los intercambios tanto económicos como culturales y artísticos.

Bien es cierto que viajar en la época medieval no era una empresa fácil. Los medios de transporte eran tremendamente arcaicos y los caminos muy precarios. Aún la estructura medieval era heredera de las vías romanas que empezaron a tener una mayor atención a partir del siglo XII. Durante estos viajes los viajeros podían ser asaltados por bandidos y había que pagar numerosos peajes al atravesar territorios señoriales lo que motivaba que el trayecto alcanzado fuera bastante limitado. Considerando que el viajero utilizara un animal para sus desplazamientos, no recorrería más de 60 kilómetros diarios por lo que atravesar Francia llevaba del orden de 20 días. Para recorrer el trayecto entre Roma y Pisa, el monarca francés Felipe Augusto -de regreso de la Tercera Cruzada- tardó quince días lo que supone menos de 19 kilómetros diarios. Las vías fluviales serían más rápidas pero este medio de comunicación era más utilizado por las mercancías.

A pesar de estos inconvenientes los viajeros eran relativamente abundantes. Por ejemplo, por la ciudad francesa de Aix pasaban una media de 13 viajeros diarios. Juglares, vagabundos, peregrinos, clérigos, soldados, prostitutas, animaban los caminos europeos y se alojaban en la limitada red de posadas existente. Los hospitales para peregrinos y albergues ampliarán esta oferta asistencial en aquellas zonas del Camino por las que el tránsito de viajeros era mayor. La mayoría de los peregrinos procedentes de Francia pasaban por el hospital de Roncesvalles en cuyo cementerio descansan los restos de un amplio número de viajeros que no pudieron cumplir su sueño de alcanzar la tumba del apóstol.

Debemos advertir que a partir del siglo XII se produce en la Europa cristiana un aumento de la comunicación con el exterior. Un buen ejemplo serían los viajes realizados durante el siglo XIII por el mercader veneciano Marco Polo. De esta manera las mentalidades europeas gozan de algo de aire fresco.