Época: Neolítico
Inicio: Año 8000 A. C.
Fin: Año 5500 D.C.

Antecedente:
Inicio comunidades mediterráneas



Comentario

La gran tradición investigadora arqueológica en la zona meridional francesa ha motivado un intenso debate sobre el proceso de Neolítico en esta región a partir de una documentación rica y, en gran parte, bien estudiada. Como en las anteriores regiones mediterráneas, la posición de los investigadores se divide entre una explicación clásica, que recurre a la llegada de pequeños grupos de inmigrantes portadores de una agricultura y ganadería bien establecida, y unas posiciones más autoctonistas, en las que la introducción de algunos elementos (cerámica, animales domésticos, cereales) no impiden observar una fuerte participación del substrato local de tipo mesolítico, los cuales podrían haber practicado unos primeros ensayos de horticultura.
El desarrollo reciente de la investigación ha aportado una mayor información, tanto del estadio preagrícola como propiamente de las primeras culturas agrícolas y su consolidación. Los precedentes mesolíticos se enmarcan en el conjunto tecno-cultural denominado Sauveterriense, que se desarrolla durante las fases Preboreal y Boreal, diferenciándose una fase antigua (entre 8000 y 6500 a.C.) de otra reciente (entre 6500 y 5500 a.C.). Los asentamientos son numerosos en Provenza occidental y central (Bois Sauvage, Frontbregua, Grimari), también en el norte de Italia (Gaban Romagno) y la presencia de algunos elementos en la Provenza oriental y en Liguria.

Los aspectos económicos se centran principalmente en la explotación de recursos naturales, siendo la caza el más importante. Se ha hablado en algunos casos de caza selectiva, como, por ejemplo, en el asentamiento de la Montagane (Vaucluse) con el buey salvaje: el nicho ecológico de este yacimiento situado en zona pantanosa, podría explicar esta selección interpretándolo mejor como una estación de caza especializada. La existencia de una ganadería antigua de oveja autóctona ha sido abandonada en los estudios recientes. Así, los ovis de Grimari corresponden a la Capra ibex, y no hay, por tanto, evidencias de una domesticación, si bien en este caso podría tratarse de una caza selectiva de este animal por parte del hombre. La diversificación e intensificación de los recursos explotados se observa por la caza de pájaros, la captura de tortugas y caracoles o la pesca en ríos y estanques. La explotación de recursos vegetales se halla, asimismo, bien documentada. Recientemente, la aparición de macrorrestos vegetales de leguminosas (guisantes, lentejas, arvejas) en los niveles de este horizonte en los abrigos de Fontbregua y de El Abeurador, ha relanzado el debute sobre la recolección intensiva o el cultivo de dichas leguminosas por parte de dichos grupos mesolíticos. Si dichas prácticas productivas se confirman, indicaría la participación activa de estos grupos desde el IX milenio en las formas de transición económica.

En continuidad con la tradición lítica anterior se forma otro conjunto, el Castelnoviense, hallado en los yacimientos de Font-des-Pigeons (Chateuneufles-Martigues), de Baume-de-Montclus o en la zona del norte de Italia (Romagno III), con una cronología situable en el VI milenio. Se trata de poblaciones que practican una caza diversificada, sobre todo de explotación de zonas de bosque: jabalí, ciervo, algún équido y un alto consumo de conejos, mientras que la caza de pájaros y tortugas es más esporádica. La presencia de Ovis doméstico en los niveles de la Font-des-Pigeons, provenientes de las antiguas excavaciones ha sido puesta en duda recientemente, tras las nuevas excavaciones de la cavidad, explicándose su presencia bien como resultado de situación estratigráfica inexacta o bien como posible intercambio entre cazadores (Castelnovienses) y poblaciones agrícola-ganaderas (Cardial). Estas mismas hipótesis están siendo también aplicadas a las otras manifestaciones de ovicápridos domésticos con cronologías arcaicas, en la zona meridional de Francia (cuevas de Gazel, Roc-de-Dourgnes). Los arqueozoólogos franceses coinciden unánimemente en considerar a los ovicápridos domésticos como una aportación exterior.

En contemporaneidad con el conjunto del Castelnoviense Reciente, y a partir de la primera mitad del VI milenio, aparecen en la zona meridional asentamientos del Neolítico Antiguo Cardial, cuyas formas económicas indican una presencia de agricultura cerealística y ganadería de ovicápridos. La ruptura del registro observada entre Castelnovienses y los asentamientos cardiales, estos últimos mostrando una aparición simultánea de testimonios de producción agro-pastoril, ha supuesto recientemente una mayor inclinación hacia una interpretación, en la que se produce la difusión rápida de innovaciones provenientes de zonas exteriores (Europa balcánica) en algunas áreas precisas de la Provenza o el Languedoc, desde las cuales existe una expansión por medio de una aculturación hacia poblaciones autóctonas (Castelnovienses) o hacia nuevos territorios, poco ocupados hasta ese momento, como el área paduana del norte de Italia, que verá la neolitización en la segunda mitad del V milenio.

Los primeros asentamientos con evidencias de una producción agrícola-pastoril se encuadran en el denominado grupo cardial. Este registro material permite, pues, la incorporación en el conjunto denominado franco-ibérico de cerámicas impresas. Las producciones cerámicas están caracterizadas por recipientes globulares, cuencos o jarras con fondo convexo y recipientes con ligero cuello. La decoración se realiza con una distribución por bandas horizontales, de tipo impreso, realizada a menudo por la aplicación de la concha de cardium o de pectunculus alternando con bandas no decoradas.

Los asentamientos cardiales de época arcaica tienen una distribución esencialmente costera, ocupando pequeños valles que se adentran hacia el interior, no superando normalmente los 100 kilómetros o en la propia zona costera. A las clásicas ocupaciones en cuevas o abrigos: Abrigo de Font-des-Pigeons, Abrigo de Fontbregua (Alto Var), Grotte Gazel, Abri Jean Clos (Hérault), se ha unido un mejor conocimiento del hábitat al aire libre con asentamientos importantes como Courthezon-le-Baratin (Vaucluse) o Leucate (Hérault). Estos asentamientos presentan unas formas de hábitats sencillas, con cabañas de planta circular (5 m de diámetro), zonas de almacenamiento, hogares, áreas de trabajo, etc. La progresiva constatación de hábitat importante el aire libre corrige la visión tradicional de unos primeros agricultores ocupando esencialmente abrigos y cuevas.

La cultura material presenta, además de las producciones cerámicas expuestas, un utillaje lítico de fuerte tendencia de talla laminar y equilibrio tipológico general y un utillaje óseo abundante, formado esencialmente por puntas sobre metápodos de pequeños rumiantes, azagayas, etc. Finalmente, hay que mencionar la constatación de un utillaje en piedra pulimentada.

La ganadería mixta (oveja, cabra y buey de origen alóctono) se halla documentada desde los inicios de la ocupación cardial, con la utilización de cuevas y abrigos para la estabulación de rebaños, tipo de ocupación que tendrá una fuerte continuidad en los periodos posteriores. La caza, generalmente en medio forestal, parece ser una actividad estacional especializada, sobre todo en los asentamientos en cueva o abrigos. Ésta se halla menos representada en los asentamientos al aire libre, para los cuales se mantiene la hipótesis de un rol significativo dentro de la producción cerealística. La pesca y la recolección litoral complementan la dieta.

La actividad agrícola es conocida desde los inicios de la fase con la aparición de cereales domésticos, cuyo almacenamiento se halla documentado desde los niveles cardiales evolucionados. El análisis carpológico de estas semillas indican que la producción concierne a la cebada y, en menor proporción, al trigo común/compacto; en la ulterior evolución del cardial se documenta una regresión de la cebada en beneficios de los trigos, principalmente el Triticum dicoccum.

La evolución de estos grupos, distinguida a partir de la evolución de morfología y decoraciones cerámicas (grupos epicardiales, Montboló) significa la consolidación de las nuevas formas económicas; una de las características más significativas es la expansión de la influencia de estos grupos hacia el interior de Francia. El incremento de la demanda de tierra para el cultivo y zonas de pastoreo, obliga a un alejamiento de las zonas costeras. La influencia de elementos mediterráneos se halla hasta el Alto Loire, llegando hacia el norte hasta los bordes del Atlántico (Medoc, isla de Ré). Los procesos de aculturación en estas tierras del interior son complejos, como lo muestra el caso del conjunto cultural Recaurdiense. Se trata de grupos vinculados a las tradiciones sauveterrienses y tardenosienses, en las cuales se introducen progresivamente los animales domésticos y más tarde las primeras producciones cerámicas que no recuerdan las cardiales.