Época: Intermedia-Sud
Inicio: Año 2000 A. C.
Fin: Año 1000 D.C.

Antecedente:
Las culturas de América del Sur



Comentario

Continúan las tradiciones Humaitá y Umbú en el sur de Brasil. La primera está representada por la subtradición Jucuí, que tiene bifaces lasqueadas, hachas semipulidas, piedras bola con estrías y objetos discoidales. La tradición Umbú se ha detectado en el oeste de Paraná y Santa Catalina, así como en Rio Grande do Sul. Existe un marcado declive en la variedad de formas de puntas de proyectil, siendo las raederas el instrumento más común. También hay restos en algunos sitios de cestería, de pictografías en el abrigo rocoso de Lagoa Santa y de instrumentos casuales en otros sitios.
En el sur de Brasil, resurge la explotación de moluscos en la línea de costa, en un momento (2.000-1.500 a.C.) en que el nivel de las aguas ha subido unos 3 m sobre el actual, favoreciendo la revitalización de una vieja práctica en la región. Una situación comparable parece darse en el norte: en la mayoría de los sitios del oeste de Venezuela, el complejo Manicuare del este de Venezuela, en Trinidad, Hispaniola y Cuba. Es decir, que a lo largo de una buena parte de la prehistoria de la costa amazónica éste es el método de subsistencia preferido siempre y cuando existan condiciones para ello.

Cuando el milenio llega a su fin, se establecen poblaciones cerámicas en las desembocaduras del Amazonas y del Orinoco, las cuales representan a tradiciones diferentes. La fase Ananatuba de la isla de Marajó se caracteriza por la contínua reutilización del sitio. La cerámica Ananatuba es de desgrasante de fragmentos machacados y decorada con tres técnicas: exterior bruñido, engobe rojo e incisión que rellena áreas con rejilla. Las formas más características son cuencos redondos y jarras, a veces con los bordes hacia el exterior. No hay budares, con lo que se descarta el uso de mandioca amarga, un alimento casi universal en la Amazonía. Por lo demás, no hay evidencia de ceremonialismo, estratificación social o guerra hasta el final de la fase.

El único otro lugar en el este de la Amazonía que tiene decoración incisa de rejilla se encuentra en jauarí, entre la isla de Marajó y la desembocadura del río Negro. La cerámica posee varias características no presentes en Ananatuba. Algunas cerámicas tienen desgrasante de concha molida, y otras están embellecidas con diseños antropomorfos. Son típicas ahora las pipas decoradas con rostros estilizados y decoración incisa de rejilla. Esta misma decoración también aparece en Tutishcainyo Temprano en el río Ucayali al este del Perú, datado para el segundo milenio a.C.

En el delta del Orinoco, la tradición Barrancoide, que surge de modelos anteriores como un estilo cerámico clásico con adornos escultóricos y patrones bellamente incisos, se establece hacia el 1.000 a.C. La cerámica tiene desgrasante de arena, de paredes finas y muy bien pulidas en el exterior. Amplias líneas incisas separan superficies pulidas de otras que no tienen pulimento. La tradición se fue extendiendo por la costa de Colombia y partes medias del Orinoco.

La población Barrancoide tiene fácil acceso a los ricos recursos de las aguas y tierras del delta del Orinoco. La presencia de budares manifiesta el cultivo de mandioca amarga. Este instrumento sólo aparece en la fase Malambo, junto con restos de pescado, tortuga, caimán, roedores, venados, capibaras y pájaros.