Comentario
Unos meses antes de morir Colón, corría ya por Europa el nombre del continente que había descubierto: América. El hecho de que fuera bautizado así es bastante peregrino, como veremos. De las Indias halladas por los españoles había abundantes noticias en Europa, contra lo que tradicionalmente se afirma, pues aparte de la Carta de Colón de la que ya hablamos, resultó que Pedro Mártir de Anglería estuvo haciendo de corresponsal en España, difundiendo sus hechos más notables. Pero todo eran eso, noticias de indias, de las Indias de Asia, a cuya antesala habían llegado los españoles. Lo que nadie sabía, al menos en 1506, es que aquellas Indias no eran las de Asia, sino otras, que formaban continente aparte. Fue lo que vino a decir Amerigo Vespucci, cuyo nombre recibió dicho continente.
Anteriormente hablamos de Vespucci y de sus hipotéticos cuatro viajes. Al regresar a Lisboa del último de ellos, en el que recorrió la costa brasileña y quizá la argentina (algunos suponen que llegó hasta los 52° de latitud sur), escribió a su amigo Pier de Soderini el 4 de septiembre de 1504 informándole "Llegué a la parte de las Antípodas, que por mi navegación es la cuarta parte del mundo", añadiendo "Yo he descubierto el continente habitado por más multitud de pueblos y animales que nuestra Europa, o Asia o la misma África". La carta a Soderini, conocida como Cuattro Viagi, se difundió ampliamente por Europa, llegando un ejemplar de la misma al Gimnasio del Vosgo, donde un grupo de intelectuales protegidos por el duque de Lorena trataba de publicar la Geografía de Ptolomeo. La introducción a esta obra corrió a cargo del clérigo Martín Waldseemüller, quien estaba trabajando en ella cuando recibió una copia de la Carta a Soderini. Quedó encantado con lo que se decía en ella, pues era nada menos que la noticia de que existía otro nuevo continente, distinto de los tradicionales que se anotaban en la obra de Ptolomeo: una cuarta parte, un Mundo Nuevo, además de Europa, Asia y África. Decidió transcribir al latín la "Lettera" y la agregó como epilogo a su prólogo, anotando: "Mas ahora que esas partes del mundo han sido extensamente examinadas y otra cuarta parte ha sido descubierta por Arnerigo Vesputio -como se verá por lo que sigue- no veo razón para que no la llamemos América; es decir, la tierra de Americus, ricos, por- Américo, su descubridor". Waldseemüller completó su obra con un nuevo mapa del mundo, un planisferio, que añadió a su Introducción, en el que perfiló ya el nuevo continente. En la parte superior puso dos medallones con las efigies de Ptolomeo y Vespucci. Allí apareció por primera vez el nombre de América, junto con los de Asia, Europa y África.
Los ocho libros de la "Geografía" de Ptolomeo se vendieron tan bien, que en 1507 se habían hecho ya seis ediciones de la misma. Europa se enteró por ella que existía América como continente, ignorando por completo que su verdadero descubridor, Cristóbal Colón, acababa de morir hacía apenas unos meses en el más completo anonimato. América se llamó así desde entonces, justa o injustamente. Los españoles, apegados a sus tradiciones, siguieron arrastrando el nombre colombino de las indias hasta bien entrado el siglo XVIII.