Época: Los viajes de Colón
Inicio: Año 1492
Fin: Año 1519

Siguientes:
El gran ciclo colombino
Otros viajes de descubrimiento
Las exploraciones hasta el cuarto viaje colombino
América estrena nombre
La Casa de Contratación
La búsqueda del paso
El Darién y el descubrimiento del Pacífico
Fin de la regencia cisneriana y gobierno de los jerónimos



Comentario

El aislamiento de América del Viejo Mundo se rompió a fines del siglo XV, cuando los europeos pudieron llegar a él movidos por unos incentivos económicos (importar oro y especias y comerciar con el fabuloso mercado asiático), gracias al perfeccionamiento de su técnica de navegación y a unas naves (las carabelas) capaces de surcar el Atlántico.
Dos pequeños países de Europa meridional, Portugal y España, habían recogido la tradición náutica europea y estaban surcando el Atlántico meridional con un nuevo tipo de embarcación, la carabela. Los portugueses fueron los primeros en lanzarse al Océano, pues concluyeron antes su reconquista. Tras sufragar el descubrimiento de las Canarias en 1336, iniciaron una serie de exploraciones que les permitió hallar las Madeira y Azores, pobladas a partir de 1418 con gentes del Algarve.

Castilla impulsó menos las exploraciones. Aunque era el estado más poderoso de la Península, pues tenía más de cuatro millones de habitantes (Aragón tenía 865.000 y Portugal no llegaba al millón) y contaba con una antigua tradición atlántica (los castellanos lucharon contra los ingleses por el dominio del Canal de la Mancha, derrotándoles el año 1372 en la batalla naval de La Rochela), no pudo dedicarse a los descubrimientos por haberse embarcado sus reyes en la obra de estructuración de la unidad española, que no acabó hasta 1492. Pese a esto mantuvieron su presencia en el Atlántico. En 1393 una expedición a Lanzarote dominó sus principales reinos indígenas y abrió el camino hacia la conquista, continuada en 1402-03 por los aventureros normandos Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle, el primero de los cuales era vasallo del rey de Castilla. Las Canarias fueron una pieza clave para el descubrimiento de América, pues los castellanos tuvieron con ellas la llave de acceso a los alisios atlánticos.

El hombre capaz de aunar motivaciones, barcos, arte de navegación y hasta el entusiasmo de un estado, fue Cristóbal Colón.