Época: Eco-soc XVII
Inicio: Año 1600
Fin: Año 1660

Antecedente:
Intercambios y finanzas



Comentario

Francia no permaneció ajena al fenómeno del comercio colonial extraeuropeo del siglo XVII. Su papel resultó sin lugar a dudas más modesto que el de Inglaterra y Holanda, aunque no insignificante. Al igual que estas potencias, Francia creó grandes compañías privilegiadas para el comercio con las Indias Orientales y Occidentales. El papel del Estado resultó en este sentido esencial. Las compañías fundadas por Colbert, máximo exponente del mercantilismo francés, eran totalmente estatales. Francia obtuvo bases operativas en África, Asia y América, tales como Fort-Dauphin, en Madagascar; las islas Reunión; Pondicherry, en la India; Haití, Guadalupe y Martinica, en el Caribe, además de Canadá y Luisiana en América del Norte.
El papel jugado por las compañías privilegiadas y por el comercio colonial del siglo XVII en el desarrollo de la economía capitalista occidental ha sido valorado desde distintos puntos de vista. Para unos resultó absolutamente fundamental como base del proceso de capitalización que permitió el salto hacia una fase más evolucionada, la del capitalismo industrial, que arrancó a mediados del siglo XVIII. Otros, por el contrario, moderan este punto de vista. J. de Vries sostiene al respecto:

"Hay una tendencia natural a ver a las grandes compañías comerciales como un paso de gigante en el desarrollo del capitalismo en base a que el capitalismo moderno está dominado por las compañías de acciones -o sociedades anónimas-. Hay razones para creer en la superficialidad de este punto de vista (..). Aunque las actividades de las compañías por acciones pueden haber resultado muy importantes en el desarrollo de la economía europea, su forma y métodos de funcionamiento eran probablemente menos una expresión de un capitalismo en evolución que el resultado de esfuerzos concretos por conectar las energías comerciales a las estrategias políticas de los Estados".