Época: Asia y África
Inicio: Año 1500
Fin: Año 1660

Antecedente:
África



Comentario

Al sur del Sudán occidental se extiende el África guineana, donde termina la sabana y comienza la selva. Este área, aunque se mantiene independiente de las formaciones políticas sudanesas, se vio afectada por sus progresos, ya que la población que rechazó convertirse al islamismo emigró al Sur. Junto a reinos poderosos, como Benín, existían ciudades independientes, bajo el control de oligarquías muy bien estructuradas. En esta región la agricultura, cerámica, arte del metal y escultura han estado a la cabeza del África negra, como manifestación de una cultura propia previa a la influencia sudanesa ejercida a través de los inmigrantes, que sí han podido incidir en el ámbito político, puesto que de hecho existieron aquí desde el siglo XIII formaciones políticas similares a las sudanesas. Aunque su economía era fundamentalmente agrícola, la sociedad era urbana, concentrada en poblaciones grandes y no dispersas como es lo frecuente en el África negra. Antes de la aparición de los portugueses ya existían rutas comerciales que unían Guinea con el África septentrional y por donde se importaban objetos de lujo, lo que implicaba la existencia de una clase rica. En líneas generales el comercio exterior era una empresa real, que monopolizaba los beneficios de la exportación de polvo de oro, nueces de cola y marfil, a cambio de ganado, caballos, artículos de metal, tejidos, sal y, desde el siglo XVI, esclavos. Existía una economía monetaria, pesas y medidas, que dan idea del grado de desarrollo alcanzado por el comercio guineano.
Tres civilizaciones destacaban en esta zona: el pueblo yoruba, el Reino de Benín y el Nupé. Los yorubas, situados en la orilla derecha del Bajo Níger, se organizaban bajo la forma de federación de ciudades, las principales de las cuales eran Oyo, que hacía las veces de capital política, e Ifé, capital religiosa. En cada ciudad existía un jefe o bale y un colegio de notables elegido por cooptación, que era el que realmente gobernaba. La civilización de Benin era igualmente urbana, con un poder absoluto del monarca, divinizado y despótico, aunque controlado por sociedades secretas político-religiosas. La venta de esclavos era una de las bases económicas de Oyo y Benín, que también destacaban por el arte del bronce y el barro cocido, en el que podemos encontrar numerosas obras de arte. El Reino del Nupé existía desde 1350, aunque no alcanzará su máximo esplendor hasta el siglo XVIII, tras su conversión al islamismo. Su característica principal será el alto nivel del artesanado de la madera, el cuero, el estaño y el vidrio, los tejidos y los bordados, además de la construcción de barcos.