Comentario
La estatuaria en piedra, por lo que hoy sabemos, cayó en desuso en el Bajo Egipto, incluido el cantón de Menfis, durante este Primer Periodo Intermedio. Las estatuas de palo, en cambio, siguieron haciéndose como antes y con el mismo destino: acompañar a los muertos en sus tumbas. Aun sin alcanzar niveles artísticos comparables a los del pasado, estas estatuas tienen el mérito de conservar viva una tradición que no tardaría en volver por sus fueros.
Una curiosa variante de este género, surgida ahora, es la de tallar el retrato del difunto en la tapa de su sarcófago de madera, lo que no sólo se hace en Sakkara, sino en localidades de más al sur, como Asiut y Rife. Este nuevo género había de tener su influencia sobre la escultura en piedra cuando ésta quedase restablecida.
Todas las estatuillas de sirvientes, cada vez en números mayores, se hacen ahora de madera y de varias piezas; sobre todo los brazos, suelen ser independientes y por supuesto, los utensilios o herramientas que éstos manejan (muchos de ellos de cobre); a veces los vestidos son de tela natural.
Una novedad a señalar consiste en la aparición de grupos numerosos representando escenas de una gran variedad. Las figuras están pintadas; con arreglo a lo tradicional, los hombres tienen una tez morena, las mujeres clara. Las faenas agrícolas ofrecen una rica temática: labradores arando; dos de ellos atendiendo a una vaca en el parto; otros ordeñando vacas o conduciendo un rebaño en presencia del dueño, que contempla la escena desde debajo de un baldaquino; edificios como casas de muñecas, con todas sus habitaciones y las actividades que en ellas se desarrollan; establos del ganado; graneros; talleres de hilado y tejido; panaderías; cervecerías; carpinterías; un matadero en que son sacrificados un buey, una cabra, etc.
Las figuras más corrientes, deliciosas algunas de ellas, son las sirvientes que solas, por parejas o en fila, aportan las viandas, las ropas y otros artículos que el muerto necesitará en la otra vida. El traslado lo suelen hacer en un cesto o en un recipiente que llevan en la cabeza sujeto por el brazo izquierdo mientras el derecho se ocupa de agarrar por las alas a un pato u otro volátil vivo. El apogeo de este género de artesanía (arte en ocasiones) tiene lugar durante el Imperio Medio; pero el impulso venía dado desde el Primer Periodo Intermedio. La falta de valor artístico de que adolecen algunas figuras y maquetas se ve compensada por el documental y etnográfico de todas ellas.
Una curiosa novedad, aquí como en el relieve, es la aparición de formaciones militares. La serie más impresionante apareció en la tumba de Mesehti, en Asiut. Se trata de dos secciones de 40 hombres que marchan formados en filas de a cuatro sobre tablas. Una de las unidades va armada de escudo y lanza con punta de cobre, machete y casco; la otra es menos uniforme de estatura, sus componentes son algo más bajos y de tez más oscura que los de la primera, y van todos ellos armados por igual, de un arco en la mano izquierda y de un haz de flechas con puntas de sílex en la derecha.