Época: Paleolítico Superior
Inicio: Año 38000 A. C.
Fin: Año 9000 D.C.

Antecedente:
Distribución geográfica

(C) Eduardo Ripoll



Comentario

Desde el Rin y la Europa central, los testimonios de arte paleolítico se extienden hacia los ricos yacimientos de las llanuras rusas y siberianas. En tan dilatado territorio sólo se pueden señalar dos cuevas con arte parietal. La cueva de Kapova, en los Urales, contiene algunas representaciones de mamuts y caballos de color rojo. En Rumania fue señalada, hace pocos años, por M. Curciumaru, la cueva de Cuciulat (Solaj), con pinturas de color rojo -entre ellas un caballo y un felino-, cuya cronología no está exactamente determinada.
Las figuras más antiguas de este territorio son la docena de pequeñas esculturas de marfil de Vogelherd (Stetten, Jura suábico), encontradas en 1931 por Gustav Riek. Representan mamuts, caballos, el león de las cavernas, bisontes y una estilización de una figura humana con una especie de escarificaciones, a no ser que éstas representen un vestido. Pertenecen al Auriñaciense y su datación por el método del C14 lo estima en 34.000/30.000 años. Atribución cultural y fecha están confirmados por las excavaciones y nuevos hallazgos de Geissenklösterle (Valle de Aach, cerca de Blauberen) (un mamut, un bisonte, esbozo de un orante -el primero de la historia del arte- y una plaqueta caliza con tres dobles líneas de puntuaciones rojas) y Hohlenstein-Stadel (valle del Lone) (figurita de hombre disfrazado de león).

Pertenecen al Gravetiense diversos lugares de Alemania, la República Checa, Eslovaquia y Austria. En el segundo de dichos países hay que destacar los hallazgos de Dolní Vêstonice (montañas de Pollau, al sur de Brno), el gran yacimiento del Pavloviense (= Gravetiense oriental) que proporcionó unos diez enterramientos a sus excavadores K. Absolon y B. Klíma (desde 1924). Entre numerosos fragmentos, en este lugar se hallaron dieciséis pequeñas esculturas: dos mamuts, dos osos, una cabeza de rinoceronte, una cabeza de león, una cabeza de reno, una cabeza femenina, una máscara, una venus, tres mujeres estilizadas, y una cuchara y una defensa de mamut con decoración de temas geométricos. Sobre un aspecto de este yacimiento, B. Klíma ha escrito: "En Dolní Vêstonice se ha logrado descubrir la vivienda de un artista. Esta quedaba aislada del campamento principal, y se caracterizaba por presentar una forma constructiva diferente. Se encontraron en las cenizas del hogar central, en parte abovedado a modo de horno, más de 2.200 pequeñas obras plásticas y fragmentos de obras de barro cocido. A su vez la existencia de fragmentos de flautas transversales indica que también la propia cabaña era el lugar de celebración de ceremonias mágicas y donde el creador de los objetos de arte, un sabio mago o sacerdote chamán, tenía su morada".

En el yacimiento epónimo de Pavlov se encontraron una figura de león recortada sobre marfil, dos esculturillas de mamut, una venus y otras figuras. Del yacimiento, también al aire libre, de Moravany-Podkovica (Eslovaquia), procede otra venus. En Predmost (Moravia), se halló otra serie de objetos de arte mueble: abstracción de una figura femenina, un mamut, objetos con decoración geométrica, etc. Por último, dentro del período Gravetiense destaca la conocida venus de Willendorf (Wachau, Austria, junto al Danubio).

En el Magdaleniense los materiales son más abundantes. Los hallazgos se extienden, en este caso, a Suiza. A este país pertenece el yacimiento de Kesslerloch (Thayngen, al norte de Schaffhausen), del que procede un divulgado bastón perforado denominado del Reno pastando y otros dos con sendos caballos cada uno, un fragmento con una cabeza de toro almizcleño y otras piezas.

Del mismo período, en Alemania destacaremos el yacimiento de Gönnersdorf (Neuwied), excavado entre 1968 y 1976 por G. Bosinski, que localizó en él varios fondos de cabaña. El conjunto estaba sellado por una capa de piedra pómez correspondiente a una erupción volcánica ocurrida hacia el 9.000 a. de C. Los hallazgos pertenecen al Magdaleniense V de la nomenclatura clásica francesa. Los grabados se encuentran con frecuencia sobre placas de pizarra y llevan representaciones humanas, zoomorfas y signos. Como en el arte parietal, las figuras animales son muy naturalistas, mientras que los antropomorfos son estilizados y esquemáticos. Hay un par de grupos de figuras femeninas que parecen componer una escena de danza. Entre los signos se cuentan triángulos reticulados, círculos, haces de líneas, etc. Entre los animales hay imágenes de caballos, mamuts, rinocerontes, uro, perdiz blanca, foca (?), lobo, etc., aunque lo más importante es el lote diversificado de figuras femeninas.

Destaca también el grupo de los mamuts, acerca del cual G. Bosinski ha escrito: "En Gönnersdorf es el mamut el que, después del caballo, ha sido representado en más ocasiones. De cualquier modo las representaciones de mamuts se limitan a una zona de ocupación de invierno en el sureste del yacimiento. El realismo de los detalles de estas figuras, por ejemplo en la reproducción del flequillo, ojo, trompa, oreja, patas, rabo y ano, permite una amplia comparación con los ejemplares conservados en Siberia. Se reflejan tanto animales adultos, con la típica línea de cabeza-espalda que desciende hacia atrás, como animales jóvenes de pelo tupido, con una línea dorsal convexa. A veces se representa a un animal adulto con otro joven o un grupo de animales jóvenes. Un problema lo constituyen los colmillos de los mamuts de Gönnersdorf, puesto que, o bien faltan en muchas ocasiones, o se representan muy pequeños. Teniendo ea cuenta la fidelidad de la reproducción de muchos detalles de los animales, esto sólo puede significar que los mamuts que conocía el dibujante o carecían de colmillos o, en el caso de tenerlos, eran pequeños. Esto va claramente en contra de muchos hallazgos y podría significar que en la segunda parte del Bölling vivían en el oeste de Centroeuropa mamuts con los colmillos atrofiados".

En la misma Alemania hay numerosos otros hallazgos de menor importancia pertenecientes también al Magdaleniense. Entre ellos cabe citar el bastón perforado, sobre asta de reno, de Mittlere Klause (valle de Atmühl, cerca de Essing), con la representación tallada y grabada de un macho cabrío. Más numerosos son los objetos del paradero de cazadores de reno de Petersfels (valle de Bruder, Hegau): bastón perforado con las representaciones de dos renos y varias estatuillas femeninas del tipo al que precisamente este lugar ha dado nombre.

En la República Checa citaremos para esta época la cueva de Pekárna (Ochoz, Moravia), con dos largas costillas de caballo, una con cuatro caballos pastando y otra con tres bisontes luchando entre sí, una "pala" finamente esculpida y con el grabado de un caballo, entre otras piezas.

En el norte de Alemania, hallazgos como los del yacimiento de Ahrensburg (cerca de Hamburgo), corresponden a la tradición del arte que estamos estudiando, pero se trata de materiales claramente epipaleolíticos.

Después de los descritos más arriba, hacia el este hay un gran espacio vacío de hallazgos. Más allá, en Rusia y Ucrania, deben señalarse los yacimientos de Mezine (región de Kiev), con curiosas figuras geométricas, y las de Gagarino y Kostienki (en el Don), con varias venus. Finalmente, fuera de Europa, más allá de los Urales, está la estación siberiana de Mal'ta (en el lago Baikal).

Desde Moravia hasta Siberia se pone de manifiesto un arte de tendencia geométrica, con un geometrismo complejo que se expresa con motivos en apariencia puramente ornamentales, muy diferentes de las expresiones no figurativas de la Europa occidental. En la antigua Unión Soviética, el total de yacimientos con arte paleolítico rebasa la cincuentena. Z. A. Abramova estableció su amplio corpus iconográfico en 1962.

Hasta aquí hemos recorrido, en una síntesis apretada, el territorio que fue propio de los artistas del Paleolítico superior. Quedan por citar algunos casos de la periferia de la Europa occidental. En Bélgica hay algunos lugares que han proporcionado piezas de arte mueble: Sy-Verlaine, Juzaine, Furfooz y algún otro. En las Islas Británicas, casi totalmente ocupadas por el casquete glaciar durante el Paleolítico superior, el único testimonio del arte de dicha época son los restos de figuras de la cueva de Creswell Crags (Derbyshire).