Época: Vida cot 60
Inicio: Año 1960
Fin: Año 1970

Antecedente:
Vida cotidiana en los años 60



Comentario

La subcultura británica no consistió tan sólo en música popular. El período 1960-3 fue también el gran momento de Carnaby Street, de Mary Quant y de la minifalda, en definitiva de una moda que quería parecer, voluntariamente y a la vez, ridícula, infantil y provocativa. Incluso se puede añadir que Londres fue efímera capital mundial no sólo de la cultura popular sino también de la "cultura cultivada". En este momento muchas novedades literarias (Burgess, A clockwork orange) o teatrales (Hall, Marat-Sade, 1964) procedían de allí. Pero gran parte del cine británico de esta época fue financiado por los norteamericanos. Éste es el caso de Tom Jones, de Richardson (1963), por ejemplo. El propio Richard Lester, director de A hard day's night, la película de los "The Beatles", lo era. De cualquier modo, a esa subcultura juvenil le surgieron competidores en otras partes del mundo. Los franceses pretendieron que Courreges había inventado la minifalda y lo cierto es que este modisto vino a ser un relevo lo que había significado en el pasado Chanel y fue uno de los que impusieron el "prêt a porter".
Toda esta descripción puede parecer limitada a tan sólo aspectos superficiales pero es posible también ampliarla a los valores. En 1970 el sociólogo norteamericano Inglehart descubrió que en las sociedades occidentales más desarrolladas, principalmente entre los jóvenes, se estaba empezando a producir una transición desde los valores materialistas a los posmaterialistas. La hipótesis que enunció para explicar esta realidad fue que, por un lado, siempre se da más valor a aquello de lo que se carece, lo que explicaría que fueran las sociedades opulentas en donde se daba este fenómeno. Pero, además, previó, como luego las encuestas probarían, que este fenómeno no se detendría sino que tendería a acentuarse. Los valores posmaterialistas, en efecto, se han difundido con el paso del tiempo y también lo que genéricamente denominamos como "valores posmodernos" -permisividad, críticas a la autoridad política...-, los cuales se pueden identificar de un modo u otro con la herencia de los sesenta.