Época: teotihucano
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
El arte teotihucano y de México central

(C) Andrés Ciudad y María Josefa Iglesias



Comentario

La región de Puebla y Tlaxcala tiene en Cholula su centro más importante a lo largo de la historia prehispánica. Ocupado por una pequeña aldea olmecoide con indicios de arquitectura monumental hacia el 400 a. C., se transformó en un centro dependiente de Teotihuacan durante el Clásico. En esta etapa levantó su Gran Pirámide, de 55 m. de altura, dedicada al culto de Quetzalcoatl. Su decoración externa con talud y tablero, el uso de murales como el conocido por Los Borrachos, y sus cerámicas, son claros exponentes de su dependencia de la gran metrópoli del centro de México, la cual se manifiesta una vez más por el abandono de que fue objeto desde aproximadamente el año 650 hasta el 1100, coincidiendo con la decadencia de Teotihuacan.
El despoblamiento de Cholula concuerda con un momento clave de la historia del centro de México, en el que se produce una serie de vaivenes políticos reforzados por movimientos de población procedentes de la Costa del Golfo (olmeca-xicalanca), de la península del Yucatán y del oeste, contingentes que penetran en el valle de Puebla-Taxcala y fundan Cacaxtla.

Este, y otros asentamientos olmecaxicalanca, utilizan el talud y el tablero, aunque con peculiaridades propias, siendo frecuentes pórticos y vestíbulos de pilares en torno a patios y plazas. Los muros se revisten de estuco y se pintan. Se trata, pues, de una arquitectura que tiene rasgos de Teotihuacan, pero que también se asemeja a la utilizada en Xochicalco, e incluye asimismo conceptos mayas y de la más tardía Tula.

Esta misma mezcla hace su aparición en el arte mural donde, en un patrón general maya, se incluyen signos calendáricos e iconográficos zapotecos y teotihuacanos. Guerreros de la orden del jaguar con vestimentas teotihuacanas y símbolos de Tlaloc, se enfrentan a caballeros águila de iconografía maya similar a la de los murales de Bonampak. La victoria de los primeros, parece informar del escaso éxito que tuvieron las incursiones mayas sobre el centro de México, pero también su distribución más allá de sus fronteras culturales.

Xochicalco, instalado en el valle de Morelos, es otro de los centros que florecen con la decadencia de Teotihuacan. Formado a partir de una acrópolis instalada en lo alto de una colina, manifiesta también influencias cosmopolitas procedentes de los principales centros de Mesoamérica de finales del Clásico. A la vez, su muralla es indicativa de las dificultades existentes en el Clásico Terminal. La Pirámide de las Serpientes Emplumadas está decorada con figuras sentadas de estilo maya entre el cuerpo ondulante de la serpiente emplumada, Quetzalcoatl, mientras que secciones de conchas definen un ambiente acuático muy característico del arte de Veracruz. También el juego de pelota es muy parecido al existente en la ciudad maya de Copán, y las tres estelas encontradas en el sitio tienen clara influencia maya.