Época: Arte Español Medieval
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
Influencia bizantina al norte del Duero

(C) Ramón Corzo Sánchez



Comentario

La singularidad de los capiteles bizantinos leoneses se concentra en las siete iglesias mencionadas; sólo Santa María de Lebeña los conserva en su disposición original; el resto corresponde a edificios desaparecidos o a reutilizaciones mozárabes.
El estilo es con mucha seguridad una consecuencia del trabajo libre y personal de un maestro tallista formado en Constantinopla en el siglo VII y encargado de dirigir la producción de una cantera del Bierzo; puede que su primer encargo, que le atrajo hasta España, fuera el mausoleo de Chindasvinto en San Román de Hornija, donde colaboraron con él maestros locales; pero luego impuso su estilo en series completas, como las de Peñalba y Lebeña; su obra fue lo suficientemente personal como para no tener discípulos ni imitadores.

La repoblación mozárabe permitió que algunas de estas iglesias se rehicieran y que los capiteles se vinculasen a una insólita floración de bizantinismo en el reino leonés del siglo X. Debido a esta asociación casual de lo visigodo y lo mozárabe, otras iglesias posiblemente visigodas se han encuadrado en el estilo posterior.

Es probable que deban considerarse visigodos los templos construidos con el sistema métrico de 80 cm y los que poseen arcos de herradura con trasdós excéntrico. Un ejemplo de esta diferenciación de obras que se ha conseguido por el análisis minucioso de las dimensiones lo tenemos en la iglesia de San Millán de Suso, en el monasterio riojano de la Cogolla. La planimetría establecida por Puertas Tricas atribuye a época visigoda los sillares en los que se apoyan las dos cámaras con bóvedas de nervios, con una planta de 3,60 metros de lado y muros de 80 cm de grueso; es el núcleo sobre el que se planteó con otros sistemas métricos la ampliación mozárabe. Esta precisión obliga a plantear si no pudieran ser también visigodos los dos capiteles de la puerta de entrada.

Esta misma clasificación debe aplicarse a la desaparecida iglesia de Santa María de Vilanova (Orense), de la que sólo se conoce que las medidas de su nave eran cuatro por dieciséis metros; el capitel conservado es como los visigodos tardíos, aunque haya también modillones mozárabes de su restauración en el siglo X.

La planta, que ha podido ser restituida, de San Salvador de Palaz del Rey en León, ofrece un crucero de 5,60 metros de lado, con naves laterales de cuatro metros de ancho; el brazo transversal tiene una longitud de 14,40 metros y la capilla es de cuatro metros de largo; parece que bajo la arruinada obra mozárabe del sepulcro de los reyes leoneses se mantenga la traza de una iglesia visigoda de planta central.

La ermita de San Román de Moroso en Bostronizo (Cantabria), es un aula visigoda con capilla, de pequeñas dimensiones, y con sólo un gran alero de modillones para soportar la cubierta como obra mozárabe. El tipo de construcción, con grandes sillares sentados en seco y juntas inclinadas o escalonadas en todos los ángulos, es el visigodo; lo mismo puede decirse de los dos arcos de herradura, en la puerta y en el arco toral, recientemente restaurados sobre los dibujos antiguos, con la prolongación vertical de la parte baja del trasdós, que es normal en lo visigodo. Todo ello se confirma además por las dimensiones: 6,40 metros de longitud de la nave, 3,20 de la capilla, 5,60 de ancho en el hastial y 4 metros de longitud exterior de la capilla.

Finalmente, cabe incluir dentro de esta serie de edificaciones cuya clasificación puede ser estudiada con mayor detalle, la Cámara Santa, inmediata a la catedral de Oviedo. Es el único edificio cuya construcción no mencionan las detalladas crónicas en las que se refleja la planificación de la sede regia asturiana en el siglo IX, y su dedicación a Santa Leocadia tampoco está documentada; sin embargo, ofrece un sencillo trazado de medidas visigodas, con su nave de cuatro por doce metros y puerta de 1,60 metros de ancho. En la capilla superior hay cuatro capiteles empleados para las columnas de la ventana y el arco toral; uno es romano y los otros tres responden a un trazado visigodo con los detalles de picos y rizos bizantinos que también aparecen en San Román de Hornija y San Cebrián de Mazote; en uno de estos se aprecia el cordoncillo entre listeles del ábaco, que también se da en los capiteles de estas dos iglesias.

Pudieran ser material de acarreo, como se ha demostrado para otros capiteles de las primeras iglesias asturianas, lo que confirmaría su datación visigoda, pero es posible que todo corresponda a una iglesia visigoda tardía y se unirían a los restos visigodos dispersos, cada vez más numerosos, que se van identificando en Asturias.