Época: Arte Otoniano
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
Arte Otoniano

(C) Isidro G. Bango Torviso



Comentario

Estamos muy lejos de poseer un corpus del arte eborario otoniano que nos permita realizar un estudio sistemático. Estas obras responden, en líneas generales, como el resto de la plástica coetánea, a tres directrices básicas: tradición carolingia, influencia bizantina y experimentación románica.Las formas carolingias, aprendidas a través del estilo del Maestro de Tréveris, se manifiestan en una serie de marfiles realizados en el entorno del obispo Notger de Lieja (972-1008). La pieza que mejor representa esta influencia es la muy conocida Crucifixión de Tongres, donde se aprecian los característicos conceptos de volumen y serenidad de las figuras a la antigua, que conocemos en el mismo tema iconográfico del Sacramentario de Lorsch. A la misma tendencia corresponde la Virgen de Maguncia. Tallada en alto relieve en un bloque de marfil, con la Madre sentada de frente y el Niño rígidamente dispuesto sobre el centro de su regazo. Constituye otro prototipo típicamente románico que, sin duda, debe incluirse en la misma experimentación teológico-plástica que hace posible el origen y desarrollo de la imaginería a la que acabamos de aludir más arriba.La fascinación por el marfil bizantino es un hecho. Por mandato de Otón III se engasta un marfil de este origen en las tapas de un evangeliario. A veces se llegó al mismo pastiche. En un marfil que representa a Otón II y su esposa Teófanu, toda la iconografía y técnica corresponden al arte griego, sin embargo los letreros son latinos, aunque realizados en caracteres helenos.Los dieciséis paneles de Magdeburgo-Sforza, entre las que se encuentra el famoso relieve con la inscripción, "Otto imperator", formarían parte de un antependiurn, aunque no todos los especialistas consideran que pertenezcan a una misma obra. Las formas se presentan bajo un aspecto bidimensional, en el que se ha excluido toda referencia a la perspectiva. Un lenguaje simplificado y con tendencia a la geometrización anuncia ya el hieratismo románico.