Época: Arte Otoniano
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Siguientes:
La "Renovatio Imperii Romanorum"
La capilla palatina de Aquisgrán como fascinación de una época
San Miguel de Hildesheim y la bipolaridad de los templos
Hacia el muro románico
El "westwek" carolingio y su transformación
La imagen del emperador
El libro, sus creadores y comitentes
La decoración mural de San Jorge de Oberzell
La consolidación de la imaginería cristiana
Los marfiles

(C) Isidro G. Bango Torviso



Comentario

El vencedor de los húngaros en Lechfeld, Otón el Grande, conseguía ser coronado emperador de romanos por el papa en Roma (962), iniciándose entonces la recuperación de la institución imperial que, ahora, por el origen de la nueva dinastía se denominará Sacro Imperio Romano Germánico. Este emperador había accedido a la dignidad imperial apoyado en su prestigio militar, por sus venas no corría sangre carolingia que legitimase su coronación; pero, no se preocupó de más legitimidad para su título que el respaldo de sus soldados. Con sus homónimos sucesores, Otón II (955-983) y Otón III (980-1002), se consolida la idea del continuismo del imperio de Carlomagno, y todo el aparato del Estado se preocupó de crear una compleja teoría jurídica que enraizase la legalidad otónida en la herencia de la dinastía de los emperadores carolingios.El nuevo imperio presentaba algunas variantes geográficas con el de Carlomagno, fundamentalmente porque hay que segregar de él la Francia de los Capetos. Comprendía las tierras entre el Rin y el Elba, extendiéndose sobre la Lotaringia e Italia, salvo las provincias italianas del Sur, que entonces estaban en poder de bizantinos y árabes. Borgoña y Provenza se incluyeron en este gran imperio cuyo centro radicaba en Sajonia, y en el que los asuntos de Italia tuvieron un gran protagonismo.Desde el punto de vista de la historia política, el período otoniano comprende de la segunda mitad de la décima centuria hasta el año 1024, muerte de Enrique II. A esta etapa histórica corresponden unas formas artísticas que se han agrupado bajo el concepto de arte otoniano. No obstante, la desaparición de la dinastía no supuso el fin de la caracterización del arte; bajo la nueva dinastía de estirpe salia se continúan las formas y su estilo. Aunque algunos especialistas recurren a nuevas denominaciones estilísticas, como arte salio o prerrománico -este último término sólo en sentido de estricta secuencia cronológica por preceder a la aparición del románico-, es evidente que no se ha producido ningún cambio plástico; realmente su calificación más correcta sería la de arte otoniano de inercia o tardío. Será en plena crisis del enfrentamiento entre el emperador y el papa, bajo el reinado de Enrique IV (1056-1106), cuando se produzcan las primeras manifestaciones del románico que marcan el cambio de estilo en territorio renano.