Época: Escultura
Inicio: Año 1200
Fin: Año 1300

Antecedente:
La escultura en el Gótico Pleno
Siguientes:
Reims, una nueva concepción estilística
La escultura en el siglo XIV

(C) Francesca Español



Comentario

La escultura del norte de Francia es mayoritariamente arquitectónica durante los siglos XII y XIII, pero existe una diferencia fundamental con respecto a la del románico. Mientras en él se subordina a la arquitectura, ahora tiende a suplantar los principales elementos de ésta. La aparición de la estatua-columna en las jambas de las puertas de Saint-Denis y Chartres, desde donde irradia a una amplia zona de la geografía francesa, supone el primer estadio de un proceso que no va a concluir hasta la desaparición definitiva del elemento tectónico que aquí aún se mantiene oculto tras la figura. Algo equivalente puede afirmarse respecto a las arquivoltas, donde lo escultórico ejerce similar desplazamiento.Aunque la estatua-columna supone un testimonio irrefutable de este proceso, aislada, no tendría mayor valor. Por el contrario, si aparece integrada en obras que desde otros puntos de vista también se distancian de la tradición anterior, se convierte necesariamente en un elemento a considerar y esto es lo que sucede en la Portada Real de Chartres. A pesar de que la de Saint-Denis, erigida por Suger, se considera su directo modelo, constituye la culminación de un prototipo y tanto por su estructura como por su iconografía y estilo, es entendida como el punto de arranque del gótico en el norte de Francia.Presenta tres puertas, y a ambos extremos de la misma se sitúan dos torres englobadas dentro de la estructura; son consustanciales a estos primeros edificios góticos y en general a los que responden al modelo francés del norte, pero ya eran usuales en el románico anglo-normando. Las tres puertas, cuyos tímpanos están consagrados, respectivamente, de izquierda a derecha, a la Ascensión de Cristo, a la Segunda Parusía y a la Virgen, ostentan en sus jambas las referidas estatuas-columna, con personajes veterotestamentarios. La denominación con que se la conoce obedece a la presencia nutrida de reyes y reinas bíblicos entre estos últimos. Parece probable que con este conjunto de imágenes se pudo haber querido manifestar lo positivo del equilibrio entre "regnum y sacerdotium". Por él apostó decididamente no sólo la dinastía Capeta sino el propio Suger tras el problema de las Investiduras, y siendo este último el artífice del programa de Saint-Denis, es factible una interpretación en esta línea.La Portada Real de Chartres se fecha en tomo a 1150. Estilísticamente son incontestables ciertos contactos con Saint-Denis, pero también se han señalado otros con Borgoña, y es indudable que sobre ella planea un cierto aire antiquizante que se hace notar sobre todo en las composiciones de los capiteles y en el recurso al sistema corrido de arquitecturas que lo coronan.Las novedades que presentan las puertas de Saint-Denis y Chartres van a ejercer un claro mimetismo en los años inmediatos sobre un grupo, importante de edificios que se reparten desde la Ile-de-France hasta Champaña, desde Borgoña hasta el Berry.Sin embargo, mientras esto se produce, surge una nueva línea estilística de caracteres muy definidos, que va a ser capital en la evolución de la escultura francesa en los años inmediatos. Este cambio se localiza en Laon y en Sens, y se fundamenta en el conocimiento y recurso a obras del Oriente cristiano como base de esta escultura. De ahí el carácter antiquizante de esta escultura que no copia directamente las obras antiguas, sino que se sirve de modelos interpuestos. Estamos en el punto de partida de la producción más clásica, de la escultura francesa del siglo XIII, en cuya línea se suceden Chartres y Estrasburgo.Chartres, tras el nuevo incendio de 1190, se reconstruye casi íntegramente. Hacia 1212-1220 se concluyen las magníficas portadas del transepto. En la sur, concretamente en el tímpano de su puerta central, hace su aparición un tema ya omnipresente durante el románico, pero con una gran repercusión desde ahora también dentro del gótico: el Juicio Final. La totalidad de este ámbito se subordina a él: Cristo preside el mainel y, flanqueándolo, ocupan las jambas los doce apóstoles. La recuperación de este tema iconográfico desde este momento es absoluta y acostumbrará a reservársele la puerta central del hastial occidental, el lugar más destacado, en definitiva, de toda la iglesia como soporte figurativo (Amiens y Laon responden a esta tradición).Volviendo a Chartres, la puerta central del transepto norte está también presidida por otro tema que podemos considerar de creación reciente, pues se ha recurrido a él sólo unos años antes en la puerta de Senlis. Me refiero a la Coronación de la Virgen. Las puertas del transepto norte y sur de Chartres inauguran, por su temprana cronología, una de las secuencias más importantes de toda la escultura medieval. Muchas de las grandes fábricas iniciadas en los años finales del siglo XII terminan sus espectaculares fachadas con posterioridad, y por ello es factible establecer una sucesión entre determinados proyectos. Es el caso, por ejemplo, de París, Amiens, Bourges y Reims.En muchos casos, artistas vinculados a una cantería se trasladaron a otra al cerrarse la primera, y esta incorporación de nueva mano de obra llegó a tener efectos muy directos, pues en ocasiones el lenguaje escultórico de los recién llegados contrasta con el preexistente. De este modo se ha podido detectar en Reims, no sólo la presencia de artistas originarios de Amiens, sino el momento aproximado en que se incorporaron a la obra.