Época: GreciaClásicaII
Inicio: Año 425 A. C.
Fin: Año 430 D.C.

Antecedente:
La Guerra del Peloponeso



Comentario

Fueron los corintios quienes convocaron a los miembros de la Liga a una reunión en Esparta con el objeto de proponer la guerra contra Atenas. A las acusaciones de tratar de esclavizar a los griegos, una delegación ateniense que Tucídides sitúa en Esparta por casualidad contesta con los argumentos que fundamentan en sus méritos como liberadores de Grecia el derecho de los atenienses a poseer el imperio. Los espartanos, por su parte, aparecen divididos. Mientras el rey Arquidamo es partidario de mantener la paz con Atenas, el éforo Estenelaidas revela una actitud agresiva. Según Tucídides, el triunfo de la postura representada por este último se debió a la intimidación, pues despertó en los demás el temor a los atenienses, actitud coherente con lo que para el historiador es la causa de la guerra.
En consecuencia con ello, los peloponesios enviaron un ultimátum a Atenas en el que exigían la abolición del decreto megárico, la autonomía de los griegos y la eliminación de los efectos de la mancha debida al sacrilegio cometido por los atenienses en el momento de la expulsión de la tiranía de Cilón, donde estaba implicado el demos de los Alcmeónidas, al que por línea materna se vinculaba Pericles. En un discurso puesto en boca de este último, Tucídides hace saber que, para los atenienses, la guerra, no deseable, tampoco puede evitarse con ceder a unas exigencias que, de aceptarse, se ampliarían indefinidamente hasta llegar a un enfrentamiento en que, con el retraso, los atenienses sólo conseguirían encontrarse más débiles. En estos momentos parece que la postura más belicista corresponde a los miembros de la Liga del Peloponeso, afectados por el crecimiento y desarrollo del imperio.